La colaboración público-privada entre el Gobierno de Castilla-La Mancha y empresas de la región ha permitido poner en marcha un proyecto para la fabricación de 20.000 viseras de protección para personal sanitario, que se iniciará este miércoles y con el que se espera alcanzar una producción diaria de 3.000 viseras, que empezarán a distribuirse a partir del jueves.
El proyecto ha sido posible gracias a la colaboración de diferentes empresas y organismos públicos y privados de distintos puntos de la región y se ha canalizado a través del Centro de Operaciones COVID-19 que el Ejecutivo autonómico ha coordinado desde las consejerías de Sanidad y de Economía, Empresas y Empleo a través del Instituto de Promoción Exterior (IPEX).
El primer paso ha sido el diseño estandarizado para la fabricación, mediante inyección de plástico, de protectores faciales para el personal de los centros hospitalarios, ha informado la Consejería de Economía en una nota de prensa.
Inicialmente se fabricó un primer prototipo en 3D para ir dando solución a las necesidades y hacerlo cumpliendo los requisitos, como el de esterilización y, una vez validado el modelo, se ha trabajado "en tiempo récord", ha añadido la Consejería.
A partir de ese modelo, está previsto que este miércoles comience en Albacete la fabricación en serie de piezas por inyección que reúnan "las mejores características para uso sanitario" y el Centro de Operaciones del Gobierno regional, en contacto permanente con los fabricantes de las viseras, realizará el seguimiento.
El Servicio de Salud de Castilla-La Mancha (Sescam) ha encargado 20.000 viseras y el Ejecutivo autonómico financia el coste de las matrices para los soportes.
A este proyecto se han sumado empresas como Laboratorio Alcaliber, de Toledo, que va a realizar una donación para costear su compra.
La coordinación se ha completado con la participación de Matricería Campollano, Interpolymer e Industrias Mical, empresas encargadas de la fabricación de las matrices y de la producción de las viseras; el Grupo AMIAB, que aporta la labor de montaje y empaquetado de 10.000 unidades; y las empresas Nozax3D, Gráficas Goyza, Print3D Solutions CLM, Gráficas Villarrobledo y TOP Impresión Albacete, implicadas en el desarrollo de los prototipos.
Esta iniciativa ha contado, asimismo, con la colaboración del Centro Tecnológico del Metal de Castilla-La Mancha (ITECAM) y de los ayuntamientos de Albacete y Villarrobledo, junto con la Confederación de Empresarios de Albacete (FEDA), que ha puesto a disposición diferentes medios para la búsqueda y coordinación de proveedores.
La puesta en marcha de este proyecto supone, según la Consejería, un ejemplo de la colaboración entre empresas y entidades privadas y el sector público y es, además, "una muestra de la capacidad de respuesta ante las necesidades materiales derivadas de la lucha contra el COVID-19 en la región".
