El 65 % de las empresas de Castilla-La Mancha sigue temiendo por su continuidad debido a la crisis de la COVID-19, según la segunda encuesta empresarial de la confederación regional de empresarios (Cecam), aunque el porcentaje mejora con respecto al de la primera, realizada hace un mes.
Concretamente, en esta segunda encuesta hay "una ligera mejoría" de 5 puntos en el porcentaje de empresas que temen por su continuidad, con respecto a la primera encuesta empresarial COVID-19, que realizaron hace un mes la Confederación de Empresarios de Castilla-La Mancha (Cecam) y las organizaciones empresariales provinciales de la comunidad autónoma.
Así lo ha dado a conocer este lunes Cecam en una nota de prensa, en la que explica que los efectos de la propia pandemia en el consumo y la economía, los costes laborales, la morosidad y las necesidades de liquidez siguen siendo, por ese orden, las principales preocupaciones de los empresarios y autónomos de la región.
De la segunda encuesta, Cecam ha consaiderado que "llama la atención" el dato de que se duplica la preocupación relativa a los constantes cambios legislativos que se vienen produciendo, que generan incertidumbre e inseguridad, que es preocupante para cerca del 30 por ciento de los encuestados.
Asimismo, la organización empresarial ha señalado que las empresas de Castilla-La Mancha siguen demandando, como medidas más urgentes a adoptar para poder recuperar la actividad, las deducciones en las cotizaciones de la Seguridad Social (el 80 % lo considera una necesidad crítica), la exoneración del pago de la cuota de autónomos y el establecimiento de deducciones en el IRPF.
Cecam ha indicado que "la necesidad de afianzar las deducciones en las cotizaciones a la Seguridad Social contrasta con las últimas medidas adoptadas por el Gobierno de España en el reciente Real Decreto.ley 18/2020, que reducen las deducciones en los casos de ERTE de fuerza mayor de carácter parcial,".
Esta circunstancia supone que en torno a 20.000 empresas de la región, que actualmente se acogen a ERTE, podrían ver aumentados sus costes laborales sin que ello sea equivalente a la recuperación de sus ingresos.
En esta segunda encuesta se introducen los diferentes tipos de ayuda para combatir la crisis, que ya estaban vigentes al elaborarla, de las cuales la más valorada por las pymes y autónomos castellano-manchegos son los ERTE con un 4 sobre 5, seguida del cese de actividad del autónomo, los aplazamientos fiscales y las líneas ICO.
Los préstamos de esta entidad (Instituto de Crédito Oficial) son la medida estatal menos valorada por las empresas debido a su sistema de concesión (del que determinadas empresas se ven excluidas) a las condiciones económicas de los préstamos y al tiempo necesario para su tramitación.
La segunda encuesta empresarial revela que tres de cada cuatro empresas y autónomos de la región han solicitado algún tipo de ayuda a la Administración, en concreto, siete de cada 10 han pedido alguna ayuda al Estado, mientras que solo el 14 por ciento lo ha hecho a la Junta de Comunidades.
Pero a pesar de "esta situación tan complicada" a la que se enfrentan actualmente las pymes y autónomos de Castilla-La Mancha, el análisis de esta segunda oleada muestra que se modera el pesimismo de las empresas en cuanto al empleo.
Así, se reduce en algo más de cinco puntos el número de empresas que creen que reducirán su plantilla, aunque todavía un 65 por ciento de las empresas creen que sus plantillas se verán reducidas, y un 25 por ciento de éstas entienden que su plantilla se reducirá en más de un 40 por ciento.
