La UE obligará a regularizar a millones de trabajadores de plataformas digitales

Calcula que hay alrededor de 5,5 millones de falsos autónomos en el sector en la UE
El menú del día se trasforma en el envío de comida a casa para toda la semana, riders, repartidores, glovo, just eat, 
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La Comisión Europea ha propuesto este jueves nuevas reglas para aclarar el estatus laboral de los trabajadores de plataformas digitales como Uber o Deliveroo y asegurar que se reconocen los derechos que corresponden a su "trabajo real", ya sean autónomos o asalariados.

Bruselas considera que la "gran mayoría" de los trabajadores de estas plataformas están correctamente clasificados pero quiere que se tomen medidas para asegurar que los cerca de 5,5 millones de falsos autónomos que estima hay en el sector en la UE sean regularizados y tengan garantizados sus derechos sociales.

"Nadie quiere matar, parar o frenar el crecimiento de esta economía de plataformas", ha dicho el comisario de Empleo y Derechos Sociales, Nicolas Schmit, en una rueda de prensa en Bruselas para explicar los detalles de la propuesta, que aún tendrá que ser negociada y acordada entre el Parlamento Europeo y los Veintisiete para ver la luz.

A las reservas del sector, el comisario ha respondido que también en la capital comunitaria quieren que "prospere" este modelo de negocio en desarrollo, si bien ha subrayado que ello debe producirse cumpliendo los mismos estándares que el resto de empresas en la UE, incluidas las normas en materia social, y "ajustarse al modelo social europeo".

Entre 2016 y 2020, los ingresos en torno a la industria de las plataformas se multiplicaron prácticamente por cinco, pasando de unos 3 000 millones de euros a unos 14 000 millones, según datos de la Comisión Europea, que espera que en 2025 trabajan para el sector cerca de 43 millones de personas.

Así las cosas, Bruselas plantea que una plataforma pase a ser considerada como "empleador" y tenga las mismas obligaciones en materia laboral y social cuando se den al menos dos de los cinco criterios básicos que quedarán definidos por la nueva directiva.

Así, las más de 500 plataformas digitales que operan en la UE deberán posicionarse respecto a estos criterios: remuneración fija o topes de ingresos, fijación de horarios o periodos de ausencia, supervisión del trabajo realizado vía medios electrónicos, imponer tareas o recurrir a subcontratas o sustitutos y tener normas sobre apariencia o conducta.

En tal caso, los trabajadores que sean reclasificadas como empleados deberán tener derecho a percibir un salario mínimo, a la negociación colectiva, a la regulación de la jornada laboral y a la protección de la salud.

También deberá tener derecho a disfrutar de vacaciones retribuidas o de un mejor acceso a la protección social en caso de accidente laboral, derecho a las prestaciones por desempleo y enfermedad y a las pensiones contributivas de jubilación.

La norma deberá prever mecanismos para que tanto la plataforma como el trabajador puedan impugnar la reclasificación, aunque para ello deberá demostrar por la vía lega que no existe relación laboral. En el caso de que sea la plataforma la que cuestiona el estatus del trabajador deberá aportar el peso de la prueba y, si es la persona quien recurre, la empresa deberá ayudarle.

Otra de las claves de la propuesta afecta a la gestión algorítmica porque los servicios comunitarios reclaman mayor transparencia en el uso de estos instrumentos y reclama un seguimiento humano del respeto de las condiciones laborales, además de reconocer el derecho a impugnar decisiones automatizadas. Son normas que deberán aplicarse de igual manera a todos los trabajadores, ya sean asalariados o verdaderos autónomos.

Por otra parte, la Comisión quiere aclarar las obligaciones de cada plataforma respecto a declarar su actividad a las autoridades nacionales y sobre las personas que trabajan para ella en cada Estado miembro.

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