La empresa Tosfrit, ubicada en la ciudadrealeña localidad de Manzanares desde sus inicios en 1991 y consolidada como una de las grandes marcas de aperitivos del mercado nacional, ha cumplido el cuarto de siglo y sigue planeando nuevas inversiones. Así, sus instalaciones se transformarán para poder cumplir con los requisitos de la norma IFS (International Food Standard), un sistema de seguridad alimentaria considerado como una marca de calidad que le llevará a poder colocarse en los lineales de las grandes superficies comerciales más exigentes del mercado.
El director general de Tosfrit, Juan Manuel Fernández-Medina, ha explicado en una entrevista con Europa Press que para completar el proceso se van a invertir cerca de dos millones de euros, una apuesta que pasa por reformar la nave más antigua para adaptarse a la normativa, construir un nuevo edificio de oficinas separado de la fábrica, así como un nuevo comedor y vestuario para el personal.
De esta manera, la empresa espera contar con esta nueva certificación en su palmarés en junio de 2018. "Tenemos un proyecto ambicioso. Ya cumplimos las normas de calidad ISO 9000, pero queremos tener los mayores niveles y conseguir esta Certificación Europea que nos permita presentarnos ante cualquier cliente con máximas exigencias, como grandes supermercados nacionales o internacionales".
La empresa manzanareña, que factura casi 20 millones de euros anuales y da trabajo a 160 personas, tiene puesto el foco en el mercado internacional, y ya trabaja para aumentar el peso de sus exportaciones, que actualmente alcanzan el 10% de su producción de 100 millones de bolsitas de aperitivos al año.
Para Fernández-Medina, salir fuera de las fronteras españolas es el canal "que más expectativas de crecimiento ofrece". De momento, los productos de Tosfrit están presentes en Marruecos y Portugal como principales países de destino, con países como Túnez, Francia, Inglaterra, Jordania o Cabo Verde en segundo plano.
"Las expectativas de crecimiento son enormes y las posibilidades son tremendas. Adaptarse a otros mercados no es fácil, pero estudiándolo bien siempre es posible", explica el director general de Tosfrit, añadiendo que el mayor handicap está ligado al transporte, ya que su producto es de mucho volumen y poco peso.
Entre su plan exportador hay dos focos distintos. Por un lado, la salida a países europeos, donde hay mucha competencia porque ya cuentan con un alto nivel en sus propios productos. "Por ello, es más difícil sorprender a estos consumidores".
Por otro, los países del Magreb, "zonas con más dificultad para fabricar productos de calidad", lo que hace que los aperitivos de Tosfrit sean más cotizados. "Allí nuestro nivel de precio es más alto, pero vendemos como producto de calidad", argumenta Fernández-Medina, quien asegura que el potencial de crecimiento en el mercado exterior es "impresionante".
APETINAS Y KASKYS, LAS JOYAS DE LA CORONA
En su planta de Manzanares, Tosfrit da forma a más de 100 productos distintos, pero sin duda los Kaskys y las Apetinas en todas sus versiones son los de mayor éxito y facturación, sin perder de vista la marca Totas de patatas fritas, así como otras marcas emblemáticas: Picoteo, Manchitos, Torcis, Panojitos, Palomitas o Manos Locas.
"Fabricamos 100 millones de bolsitas al año, pero tenemos gran margen de crecimiento. Si hubiera que invertir para producir más, lo haríamos", ha subrayado Fernández-Medina, sin descartar la apertura de una segunda fábrica en algún punto estratégico en un futuro.*
Pese a que la mayoría de sus productos están consolidados, se sigue trabajando en nuevas propuestas, y Fernández-Medina ha avanzado que antes del segundo semestre del próximo año podrían salir a la luz nuevos aperitivos, ya que en la actualidad se encuentran trabajando en el desarrollo de ocho nuevos proyectos que todavía no se pueden desvelar. "Estamos bastante ilusionados con alguno de ellos", ha confirmado.
Tosfrit arrancó su andadura en 1991, dos años después de que una empresa de la competencia declarara suspensión de pagos. Fue entonces, recuerda el gerente, "cuando muchos distribuidores de aquella fábrica decidieron crear una empresa nueva", proyecto al que sumaron al director técnico y al director de producción.
Ese equipo de personas, que arrancó con cerca de 60 empleados, "sabían producir y sabían poner en marcha la maquinaria", además de contar con la ventaja de tener mecanismos de distribución garantizados. Con todo, el primer año de actividad ya se facturaron 1.000 millones de pesetas.
Uno de los socios era de Manzanares, y tras estudiar distintas candidaturas, finalmente fue la localidad ciudadrealeña la elegida, ya que uno de sus puntos fuertes era su buena posición logística en el centro de la península y junto a la autovía que une Madrid con el sur de España por Despeñaperros.
Su vínculo con la zona va más allá, ya que incluso, según recuerda Fernández-Medina, uno de los primeros productos que se fabricaron y que todavía se elaboran fueron los Manchitos, aperitivos de maíz en forma de gusano que reciben su nombre por La Mancha.
"ENCAJAMOS EN LA DIETA MEDITERRÁNEA"
Juan Manuel Fernández-Medina ha defendido que los productos que salen de la fábrica de Manzanares encajan "perfectamente" con la Dieta Mediterránea, incidiendo en que son productos "saludables".
En este punto, ha afirmado que Tosfrit pertenece a la Asociación de Fabricantes de Aperitivos --de la que él mismo es vicepresidente--, entidad desde la que se está trabajando "para mejorar la imagen de este tipo de producto y que la percepción de los consumidores sea la mejor".
"Tenemos un firme compromiso con el perfil nutricional de nuestros productos", ha defendido Fernández-Medina, quien ha puesto en valor la nueva línea Vita con la que trabaja Tosfrit con tres nuevas propuestas saludables --Aros Camperos, Apetinas Vegetales y Kaskys Quinoa--.
