STE insta a prevenir riesgos laborales en embarazadas y empleados de más edad

El sindicato STE ha instado a la administración regional a promover las buenas prácticas para prevenir riesgos laborales, en particular, en las embarazadas y en trabajadores de más edad.

Con motivo del Día Internacional de la Seguridad y la Salud Laboral, el STE ha señalado en un comunicado que un trabajo saludable tiene su repercusión en la calidad de vida y contribuye a la cohesión social, por lo que ha propuesto varias iniciativas para prevenir los riesgos laborales.

La primera afecta a los riesgos psicosociales que repercuten en el desarrollo del trabajo y la salud (física, psíquica o social) del trabajador.

Para el STE, la mejor herramienta para combatir los riesgos psicosociales es la prevención, y para ello se han de impartir cursos básicos en temáticas como estrés, síndrome de bournot, mobbing, acoso laboral y sexual informando de los riesgos psicosociales, principales causas y cómo prevenirlas.

Por otra parte, el sindicato ha lamentado que los trabajadores de edad avanzada no reciben la atención requerida para vencer los riesgos asociados al cambio demográfico como parte de las política de organización y la política de la promoción de la salud.

Así, ha instado al Gobierno regional a corregir aquellas condiciones de trabajo y de medio ambiente de trabajo que puedan acelerar el proceso de envejecimiento, modificar las formas de organización del trabajo y la ordenación de los horarios de trabajo, prever una vigilancia más sistemática del estado de salud de los trabajadores y garantizar la higiene y seguridad.

Además, el sindicato ha constatado que la proporción de mujeres que trabajan durante el embarazo va en aumento y ha señalado que en estos casos la fatiga aumenta y se producen unas consecuencias debidas a la carga de trabajo, requerimientos físicos y mentales, que afectan tanto a la mujer embarazada como al feto.

La embarazada sufre una serie de cambios fisiológicos que la hacen más susceptible al estrés físico y mental, cuyas consecuencias negativas aparecen preferentemente en el último trimestre del embarazo, pues van agravándose a medida que avanza la gestación.

Lo más adecuado sería, ha indicado, una política preventiva basada en la educación y adiestramiento de las personas informando de los posibles factores de riesgo existentes en sus puestos de trabajo y de las medidas legales que existen a las que se puede acoger la mujer embarazada.

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