El sector del viñedo, obligado a reformular su modelo para adaptarse al cambio climático

Castilla-La Mancha tenía más de la mitad del viñedo ecológico de España en 2015
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El sector del viñedo deberá modificar y reformular su actual modelo productivo para adaptarse al cambio climático que pasa por el laboreo del suelo, la investigación ante plagas y enfermedades, y reforzar la cultura propia de cada región en equilibrio con la mecanización que evite la migración de cepas.

Se trata de algunas de las principales conclusiones que se han dado hoy a conocer como resultados del taller 'VIN-ADAP II', titulado 'Cómo adaptar el sector de la viña y el vino a los efectos del cambio climático', que ha protagonizado la Fundación 'Empresa y Clima', según ha referido su colaboradora María José González.

En atención a los periodistas, previa a la jornada final del taller, que ha presidido el viceconsejero de Medio Ambiente, Agapito Portillo, con presencia de miembros de instituciones y asociaciones públicas, González ha reconocido que "la grandísima pregunta" que todo se hacen es como superar el cambio climático en el sector.

Ha estimado que "no solo hay una solución" porque ha citado "el trabajo en el campo, bodega, consumos energéticos, perspectiva del consumidor y hay que educarse en aplicar soluciones transversales".

Sobre el trabajo del suelo ha aludido a "conservar su propiedad tomando prácticas respetuosas de laboreo, también trabajar las podas, el follaje, para retener al máximo su humedad, materia orgánica que eviten que el cambio climático lo arrastre, degrade".

Después, "la investigación para desarrollar cepas cada vez más resistentes a las temperaturas y condiciones extremas que vamos a tener y a otros efectos colaterales como el aumento de la vulnerabilidad de las cepas a plagas y a enfermedades".

La experta ha añadido la defensa de la "cultura" de cada región para evitar la migración de viñas hacia otros espacios, sobre todo del norte europeo, Francia y Alemania prioritariamente.

"Puede que Castilla-La Mancha pierda viñedos, se vaya a otras zonas, pero el paisaje, tipo y modelo deberá reajustarse para poder hacer frente a lo que nos va a venir y hasta que punto va a suceder, por lo que habrá irse preparando", ha vaticinado González.

Y habrá que superar, ha ampliado, "un modelo de producción intensiva que exige un determinado mapeo de la viñas" y para lo que influye decisivamente la mecanización que "ofrece más productividad y rentabilidad al viñedo" con practicas que sirvan "para protegerse de las inclemencias del tiempo".

"Es otro gran reto, profesionalizar más el sector y retener a las nuevas generaciones porque el campo precisa de jóvenes para seguir avanzando", ha evaluado María José González, quien ha insistido en que "tenemos que prepararnos para todo lo que nos viene porque sólo estamos viendo la punta del iceberg". 

El sector "no está en crisis" pero ha alertado a estar preparado para "lo que puede ser el futuro" porque si el cambio climático "llega a los extremos que se preven habrá que hacer algo" para resistir e impedir la fuga de viñas hacia el norte europeo.

Por último, ha admitido que las organizaciones patronales "están preparadas para el cambio" pero "van a tener que abrirse, trabajar en como hacerlo".

"Proyectos como este, donde hemos visto mucha colaboración por parte de asociaciones patronales, Administración pública, es una muestra que vamos por el buen camino, que se mueven las cosas, aunque no siempre a la velocidad que desearíamos", ha concluido. 

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