El secretario de Organización y Salud Laboral de UGT Castilla-La Mancha, Javier Flores, ha reclamado actualizar el listado de enfermedades profesionales, toda vez que al sindicato llegan muchos trabajadores y trabajadoras a los que el sistema no les reconoce sus dolencias, derivadas de su actividad laboral.
El representante de UGT ha realizado esta petición durante la rueda de prensa en la que ha dado cuenta de los datos del Observatorio de las Contingencias Profesionales de la Seguridad Social, ante lo que considera "una infradeclaración importante de enfermedades profesionales, tanto en nuestra región como en el conjunto del país".
"Esto supone un alto coste, ya sea para el trabajador, que percibe menos el hecho de que su enfermedad no esté reconocida, como para el sistema público de salud en beneficio de las mutuas que, en este caso, no se hacen cargo de enfermedades que verdaderamente son profesionales pero no llegan a reconocerse", ha advertido.
Para ilustrar ese "no reconocimiento" de determinadas patologías derivadas del trabajo, ha indicado que a UGT llegan trabajadoras de limpieza en las que la mutua no le reconoce sus dolencias, personal de oficina que sufren determinadas tendinitis en el codo principalmente, así como el síndrome del túnel carpiano, o empleados de fábrica con lesiones musculoesqueléticas.
Dicho esto, ha detallado que en el pasado 2022, en la región se declararon 613 enfermedades profesionales, lo que supone un incremento del 30% con respecto al pasado año, teniendo en cuenta que el 2021 y en el 2020 estas cifras no se valoraron porque estaba la pandemia de por medio.
No obstante, ha precisado que ese 30% está dentro de la tendencia estable de los años 2019 y 2018, en los cuales se reconocieron 612 y 601 enfermeros.
"De las 613 enfermedades profesionales reconocidas tenemos que 354 fueron con baja y 259 sin baja. Y por provincias tenemos que la provincia de Toledo es la provincia que mayor número de enfermedades profesionales se declararon, con 250, seguida por Albacete, con 114; Ciudad Real, con 110, la provincia de Cuenca, con 79 y Guadalajara con 60", ha explicado Flores, que ha añadido que donde más creció la declaración de enfermedades profesionales fue en Cuenca, donde creció un 54%, y Albacete, con un 48%.
En cuanto al tramo de edad que más enfermedades profesionales acumula, el responsable de Salud Laboral de UGT ha hablado del que va entre los 40 y los 49, pues concentra el 35% de esas enfermedades. En este caso, el número de enfermedades profesionales que se reconocen a los hombres es de 351 y a las mujeres de 262.
Las enfermedades profesionales más comunes son las causadas por los agentes físicos --73--, seguidas de las generadas por agentes químicos --63--; inhalación de sustancias --53--; enfermedades de la piel; --35-- agentes biológicos --13--, y solamente 2 por agentes cancerígenos.
"Aquí queríamos poner el foco justamente. Existe una infradeclaración, por no decir nula, de cánceres de origen laboral que en otros estados, en otros países, con un mercado laboral muy similar al nuestro, como es el caso de Francia y de Alemania, entre el 5 y el 10% de los cánceres que se detectan tienen su origen en el entorno laboral, mientras que en España se reconoce 0,1% de casos de cáncer de origen laboral", ha alertado.
SECTORES CON MÁS ENFERMEDADES
Respecto a las actividades profesionales de la región que mayor número de enfermedad profesional declaran, están primero la industria manufacturera, seguida de comercio al por mayor y al por menor y, en tercer lugar, la reparación de vehículos a motores.
El responsable de Salud Laboral de UGT Castilla-La Mancha también ha apuntado que el Cepros, sistema que trata de detectar las empresas que registran mayor números de enfermedades, ha alertado de tres empresas castellanomanchegas con mayor índice de estas incidencias.
RIESGOS PSICOSOCIALES
Por último, Javier Flores ha puesto el foco en los riesgos psicosociales en el entorno laboral, derivados de las nuevas formas de trabajo que se han implantado en el mercado laboral.
"Según la EPA, tenemos que el 32% de las personas ocupadas que considera que está expuesta a presiones en su tiempo de trabajo o a una sobrecarga en el trabajo. Sin embargo, el sistema solamente ha declarado 133 casos de desórdenes de trabajo a nivel nacional", ha alertado.
Por ello, ha reclamado la prohibición a los empleadores de comunicarse con sus empleados fuera de su jornada de trabajo, que se incluya el derecho a la desconexión digital y que se incluya dentro del catálogo de enfermedades profesionales el síndrome del 'trabajador quemado'.
BAJA POR MENSTRUACIÓN
En otro orden, la secretaria de Empleo y Política Sindical, Isabel Carrascosa, tras la entrada en vigor las bajas por menstruación incapacitante secundaria asociada a patologías como endometriosis, u ovarios poliquísticos entre otros, ha celebrado la inclusión de la perspectiva de género en el ámbito de la prevención de riesgos laborales y de la salud laboral.
De igual modo, ha valorado que al catálogo de incapacidades se sume la baja debido a la interrupción del embarazo, voluntaria o involuntaria, mientras reciba asistencia sanitaria por el Servicio Público de Salud y esté impedida para el trabajo y la situación especial de incapacidad temporal en caso de gestación de la mujer trabajadora desde el día primero de la semana 39 de embarazo.
"Creemos que el factor de género no ha sido lo suficientemente considerado por las políticas de seguridad y salud laboral, y con estas nuevas incorporaciones de bajas por incapacidad temporal se da un paso importante para solucionar un problema con el que muchas mujeres pueden encontrarse", ha dicho Carrascosa, según ha informado el sindicato.
"En realidad, en la prevención de riesgos laborales la perspectiva de género implica la atención a las diferencias de género en cuanto a la exposición a los diferentes riesgos, a su prevención y a las consecuencias que tienen para la salud de las trabajadoras".
Carrascosa ha recordado que la legislación establece que debe garantizarse la protección tanto de los trabajadores como de las trabajadoras en sus puestos trabajo independientemente del sector al que pertenezcan. "Y para ello es fundamental tener en cuenta las diferencias de género", ha insistido.