El BBVA prevé que Castilla-La Mancha mantenga un crecimiento continuado de su PIB en el bienio 2022-2023, que en este ejercicio será del 4,8 %, y que la comunidad autónoma alcance en este semestre los niveles de actividad previos a la pandemia de covid-19, unos meses antes que el conjunto de España.
Así se recoge en el informe económico 'Situación Castilla-La Mancha', que han presentado este miércoles en una videoconferencia el economista jefe para España de BBVA Research, Miguel Cardoso, y el director Territorial Centro BBVA, Juan Carlos Hidalgo, y que prevé que el crecimiento del PIB en la región se mantenga en niveles elevados en el bienio, con un 4,8 % en 2022 y un 4,7 % en 2023.
Asimismo, Cardoso ha señalado que según las previsiones de la entidad, la actividad económica en Castilla-La Mancha podría recuperar el nivel anterior a la crisis a lo largo de este semestre, porque tuvo una caída menos pronunciada y de menor duración en el 2020 y una recuperación relativamente similar en 2021, con un crecimiento del PIB del 4,9 % durante el pasado ejercicio.
Si se cumple la previsión, Castilla-La Mancha recuperará el nivel de actividad económica anterior a la crisis antes que el resto de España, donde no se prevé que se alcance hasta el último trimestre del año, ha añadido.
En este sentido, Cardoso ha señalado que el nivel del PIB en el cuarto trimestre Castilla-La Mancha sufrió una menor caída que en el conjunto de España y la recuperación fue algo más intensa que en el resto del país, y por lo tanto se está viendo que el PIB está volviendo a niveles similares a los de finales de 2019.
Además, ha señalado que en 2022 se verá la ejecución de los fondos Next Generation de la Unión Europea, de que Castilla-La Mancha debería de ser uno de los principales receptores.
Así, las previsiones del BBVA Research apuntan a que el crecimiento del PIB debería de mantenerse en torno al 5 % durante los próximos meses en Castilla-La Mancha, con una reducción de la tasa de paro en la región hasta quedar en torno al 12 % de la población activa.
Aunque ha puntualizado que también hay una elevada incertidumbre, principalmente como consecuencia de la falta de confianza que puede generar las acciones que se están llevando a cabo a partir de la invasión de Ucrania por parte de Rusia y los efectos que puede tener sobre los precios, sobre la actividad de los principales socios comerciales de Castilla-La Mancha.
Cardoso ha advertido que hay varios riesgos que pueden marcar a corto plazo la evolución de la economía, de los cuales el principal tiene que ver con la propia covid-19, en relación a aspectos como la evolución de los contagios o a la aparición de mutaciones del virus.
Pero también hay otros factores de riesgo como la mayor inflación, la respuesta de los bancos centrales, la situación geopolítica, o el impacto que pueden tener las sanciones a Rusia en los precios de algunas materias primas, de algunos productos agrícolas.
Y otro riesgo es el de los efectos que puedan tener las sanciones sobre la actividad económica en Europa, sobre los mercados financieros, y por lo tanto sobre la actividad de las empresas europeas y sobre la confianza de empresas y hogares.
En esta coyuntura, el economista jefe para España del BBVA Research ha considerado que es necesario acelerar la implementación de los fondos Next Generation, ya que a medio plazo el sesgo que tome la economía dependerá de las reformas que se hagan en los próximos meses.
En cuanto al ejercicio de 2021, Cardoso ha indicado que las estimaciones de la entidad apuntan a que el PIB de Castilla-La Mancha creció un 4,9 % durante el pasado año, en el que la mejora de las exportaciones de bienes, el consumo, la afiliación a la Seguridad Social y el empleo, que creció a niveles anteriores a la pandemia en las cinco provincias de la región, impulsaron la recuperación en la comunidad autónoma.
En 2021 el sector exterior de bienes y el empleo fueron más dinámicos en Castilla-La Mancha que en el conjunto del país, aunque la recuperación del consumo y el turismo fue más débil que en el resto de España, ha apuntado Cardoso, que ha añadido que la inversión en equipos y la actividad industrial también van algo más lentas en la región.
Esta mayor lentitud de debe a que se ven afectadas por las incertidumbres, los problemas de oferta, los cuellos de botella del comercio internacional y los precios de la energía y de las materias primas.
En este contexto, Cardoso ha defendido que el control de la pandemia, el uso del ahorro generado por las familias, el impulso en la ejecución de los fondos Next Generation y el aumento de la capacidad productiva que está sin utilizar, compensarían los efectos de los cuellos de botella y el encarecimiento de la energía.
