Los precios de exportación del vino a granel crecen a doble dígito

El precio del vino a granel continúa su senda alcista en el mercado nacional y, sobre todo, en el internacional, en un contexto en el que muchas bodegas y cooperativas se están quedando sin disponibilidades -sobre todo de tintos varietales- y los inventarios mundiales también son escasos.

De acuerdo con los datos del Observatorio Español del Mercado del Vino (OEMV), España exportó un -11,6 % menos de vino a granel durante los cuatro primeros meses de 2017 pero facturó un 6,2 % más, tras subir el precio medio un 20,1 %.

La subida de precios es previa a las heladas registradas en mayo en los viñedos y tampoco descuentan las incertidumbres que genera la sequía sobre las fincas de varias comunidades autónomas.

El granel español viaja sobre todo a Francia, al tiempo que la comercialización se mantiene fuerte a Portugal, China o Canadá.

En cuanto al envasado, el valor de las exportaciones repuntó el 4,7 % en el mismo período, pese a caer un 4 % en volumen, gracias a una recuperación del 9,1 % de los precios, aunque el OeMv constata un mes de abril negativo, con descensos en los volúmenes.

Destacable es la consolidación de China como gran destino del vino español, ya que en el primer trimestre de 2017 compró un 21,4 % más de vino español, que gana cuota como cuarto proveedor gracias al "enorme aumento del granel", añade la misma fuente.

El mercado interior, por su parte, sigue dando muestras de mejoría, y quedan aún por delante fuertes picos de ventas, en lo que ayudan las previsiones de un nuevo récord histórico de turismo.

Según el último informe Market Trends de Nielsen, por ejemplo, el valor de las ventas de vinos espumosos y tranquilos en supermercados creció un 5,7 % y un 4,5 %, respectivamente, hasta mayo de 2017.

"Las exportaciones van como un tiro", destaca a Efe el presidente de Asaja, Pedro Barato, aunque reconoce que "hay que tratar que el valor de las ventas suba", sobre todo del granel.

De cara a la próxima vendimia, Barato agrega: "Este año la uva tiene que valer más dinero que el año pasado" y conseguir unos precios razonables, en un contexto de mejor producción por adversidades climáticas y en el que no hay presión de stocks.

En Castilla-La Mancha, la vid "iba francamente bien" hasta que llegaron los pedriscos y los efectos de la falta de agua.

En todo caso, el presidente de Asaja muestra que el cultivo manchego "está mejor" que Castilla y León, Ribera, Bierzo o Rioja, que son las áreas donde más impactaron las adversidades climáticas.

Desde Asaja Ciudad Real han añadido que la sequía de los últimos meses y las heladas en las principales zonas productoras del norte de España y en países europeos como Francia "pueden traducirse en importantes reducciones de cosecha" y, a nivel internacional, "se está hablando de cosechas irregulares".

Las bodegas y cooperativas de la provincia de Ciudad Real "están prácticamente sin existencias", apostilla la organización.

El secretario general de UPA, Lorenzo Ramos, ha apuntando también las incertidumbres que pesan sobre los viticultores.

Las heladas y granizos dejaron durante 2017 viñedos damnificados en el centro y norte peninsular, con pérdidas de hasta el cien por cien en algunas parcelas, a lo que debe sumarse la situación de sequía, según ha puntualizado Ramos.

Sobre los precios, el Mapama muestra, del 19 al 25 de junio, una subida del 0,85 % para el vino blanco, hasta 2,66 euros por hectogrado, y del +2,79 % semanal hasta 3,35 euros/hgdo.

Por mercados de referencia, el vino blanco a granel y salida de bodega se paga a 2,62 euros/hgdo en Albacete; 2,77 en Badajoz; 2,55 en Ciudad Real; 2,64 en Cuenca; 2,76 en Huelva y 2,81 en Toledo.

El tinto -12 puntos de color, pago al contado y sin IVA- lo hace a 3,21 en Albacete; 3,48 en Ciudad Real; 3,43 en Cuenca; 3,16 en Badajoz; 3,71 en Murcia; 3,58 en Toledo y 3,23 en Valencia.

En cuanto a las novedades en este sector, la patronal de bodegas FEV ha destacado que la Comisión Europea tiene establecido un programa para la "reevaluación" de aditivos alimentarios -todos aquellos que estuvieran permitidos en la Unión antes del 20 de enero de 2009- tal y como exige el Reglamento UE 257/2010, que lleva a cabo la Agencia Europea de Seguridad Alimentaria (EFSA).

El de aditivos para vino y aromatizados está en proceso de recolección de datos, y el Comité Vinos (CEEV) se ha presentado como parte interesada para recoger datos de uso de los mismos entre las bodegas, puesto que "de ignorarlo y no aportar la información, podría quedar prohibido su uso en vinos y aromatizados".

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