Las cooperativas Los Pozos, de Daimiel, y El Progreso, de Villarrubia de los Ojos, en la provincia de Ciudad Real, han firmado este viernes el acta notarial de constitución de la nueva cooperativa de segundo grado Vidasol que aglutinará una producción estimada de 110 millones de kilos de uva.
Los presidentes de la cooperativas Los Pozos y El Progreso, Joaquín Moreno-Chocano y Cesáreo Cabrera, han firmado ante notario, en presencia del consejero de Agricultura, Medio Ambiente y Desarrollo Rural, Francisco Martínez Arroyo, y el presidente de Cooperativas Agroalimentarias de España, Ángel Villafranca, el acuerdo de fusión.
El acuerdo deja fuera, de momento, a la cooperativa Santa Catalina, de La Solana, que ha formado parte de las negociaciones desarrolladas a lo largo del último año y medio, pero cuyo consejo rector ha aplazado de momento su integración en este nuevo grupo cooperativo.
La cooperativa El Progreso, que se creó en 1917, produce una media anual de 85 millones de kilos de uva en las más de 12.000 hectáreas de viñedo que agrupan 2.300 socios, mientras que la cooperativa Los Pozos, que se creó a mediados de los años 80, produce una media anual de 25 millones de kilos de uvas en las 1.200 hectáreas de terreno que se reparten sus 135 socios.
A partir de ahora estas dos cooperativas comenzarán a comercializar conjuntamente sus vinos a granel, para evolucionar más adelante en la venta del vino embotellado y, posteriormente, ampliar la comercialización a otro producto importante para los socios agricultores como es el aceite de oliva.
El objetivo será ir ampliando la red de clientes con la que actualmente cuentan en Europa y en el resto del mundo para así incrementar el valor añadido de la uva y la aceituna que producen los socios agricultores, de tal forma que logren una mayor rentabilidad en sus producciones agrícolas, han explicado sus presidentes.
Cesáreo Cabrera ha comentado que inicialmente ambas cooperativas van a "respetar" las marcas con las que comercializan sus vinos, pero no ha descartado que en el futuro surja una marca propia con la que Vidasol llegue a los mercados.
Cabrera ha indicado que la cooperativa continuará trabajando "despacio, poniendo piedra sobre piedra, como lo ha hecho hasta el momento de la fusión"
Por su parte, Joaquín Moreno-Chocano ha hecho mención a la posible incorporación de nuevos socios a esta cooperativa y ha asegurado que espera que "en breve" pueda incorporarse la cooperativa Santa Catalina, que ha estado ligada a este proceso de fusión hasta el último momento.
Moreno-Chocano ha recordado que este proyecto era necesario para crecer en dimensión, "porque el tamaño importa y porque tenemos que tener cantidad, diversidad y calidad para salir a los mercados y eso se consigue con el proyecto que ponemos hoy sobre la mesa".
La mayor dimensión que han adquirido estas cooperativas tras su fusión les permitirá poder ser más competitivas en los mercados internacionales, para lo que contarán con el apoyo del Gobierno regional, como ha destacado hoy el consejero de Agricultura, Medio Ambiente y Desarrollo Rural, Francisco Martínez Arroyo.
Martínez Arroyo ha señalado que la nueva cooperativa debe servir de ejemplo para el impulso de otros proyectos similares en la región, porque se trata de un modelo que beneficia a los agricultores.
El consejero ha animado a Vidasol a seguir apostando por la integración comercial con otras cooperativas para lograr que este proyecto alcance la categoría mínima de entidad asociativa prioritaria de carácter regional, que les permitirá acceder en el futuro a ayudas económicas que priman este tipo de integraciones comerciales.
Ha señalado que la intención del Gobierno regional es que "haya pocas empresas comercializando los productos de Castilla-La Mancha", porque, ha reflexionado, "cuantas menos manos haya comercializando el vino, el aceite, el cereal, las frutas u hortalizas", se estará en mejores condiciones de acceder a los mercados "teniendo mayor capacidad de negociación en la cadena alimentaria".
