El Sistema Colectivo de Responsabilidad Ampliada del Productor (SCRAP), Sigaus, ha recogido durante el año 2021 en Castilla-La Mancha 7.185 toneladas brutas de aceites usados que han dado como resultado casi 6.700 toneladas una vez reciclados.
Según ha informado esta entidad en nota de prensa, el aceite industrial usado se ha recolectado de 4.679 establecimientos, de los que el 51 por ciento son talleres mecánicos pero también de otros sectores como la industria, el transporte, el comercio o la construcción.
Para recoger todo el aceite usado fue necesario efectuar 10.309 operaciones de recogida entre 505 municipios castellanomanchegos, de los cuales 443 pertenecen a zonas rurales, en las que se recogieron 3.178 toneladas de aceite usado, así como 472 toneladas en municipios de montaña y 446 toneladas en municipios de menos de 1.000 habitantes.
Además, Sigaus recogió 601 toneladas de aceite usado en 492 establecimientos situados en el entorno de 22 espacios protegidos de la región, entre los que se encuentran parques nacionales, parques naturales, reservas de la biosfera o reservas naturales.
También recolectó 90 toneladas de residuo en 62 puntos ubicados en el entorno de recursos hídricos como ríos, embalses o lagos.
Una vez recogido, el aceite usado fue trasladado a centros de transferencia para su análisis y eliminación de posibles impropios, proceso que una vez completado resultó en una cantidad neta de aceites usados de 6.693 toneladas, volumen finalmente tratado para obtener nuevos productos, siguiendo los principios de la economía circular.
De esta cantidad, más de tres cuartas partes del residuo, 5.420 toneladas, fueron destinadas a regeneración para obtener nuevas bases lubricantes en una cantidad de cerca de 3.400 toneladas que permiten ahorrar cerca de 1,6 millones de barriles de petróleo, así como tmbién permitió evitar la emisión de más de 3.600 toneladas de CO2 a la atmósfera y el gasto de 69 GWh.
El resto del aceite usado no regenerado fue valorizado energéticamente mediante otro tratamiento que permite transformar el residuo en un combustible de uso industrial que suele usarse en hornos de cementeras, papeleras o en centrales térmicas de generación eléctrica.
