Las lluvias y las débiles heladas registradas en los últimos días en Castilla-La Mancha han beneficiado a los cultivos leñosos (viña, olivar y pistacho), a excepción del almendro, y a los cereales.
Así lo han asegurado a Efe los servicios técnicos de Asaja que han explicado que la lluvia ha aportado a los cultivos leñosos el agua necesaria para "aliviar" las primeras capas de la tierra, ya que se trata de "agua de uso de planta y no de reserva para el subsuelo".
Aunque las débiles heladas también han beneficiado a estos cultivos que necesitan de determinadas horas del frío al año, no ha ocurrido lo mismo con el almendro cuya floración, que se ha adelantado por las suaves temperaturas, se ha visto perjudicada por el descenso del termómetro.
Las lluvias también han beneficiado a los pastos destinados a la ganadería extensiva y al cereal, en cuyo caso hay que sumar como aspecto positivo las heladas, ya que ayudan al "ahijamiento" (el proceso fisiológico de ramificación subterránea múltiple) y al "enraizamiento" de la planta.
"Las lluvias han venido muy bien pero no han salvado la campaña", han subrayado los técnicos, que han destacado al viento como aspecto negativo porque "seca muy rápidamente la planta".
Pese a que la meteorología adversa de estos últimos días ha beneficiado a los cultivos en general, según Asaja, todavía hacen falta más precipitaciones que permitan al olivar y a la viña disponer de reservas de cara a las elevadas temperaturas y la falta de agua que pudieran registrase en los próximos meses.
