El mazapán toledano, un dulce unido a la tradición que siempre vuelve por Navidad

La mayor parte del mazapán que se elabora en España procede de los obradores y las empresas de una extensa comarca de Toledo
El obrador de Santo Tomé prepara unas 20 toneladas de mazapán esta campaña
photo_camera El mazapán toledano, un dulce unido a la tradición que siempre vuelve por Navidad

"Navidad, dulce Navidad...." es la música que viene a la mente al acercarse estas fechas y, a pesar de la pandemia, las mesas de los hogares españoles seguirán poniendo productos típicos como el mazapán, cuya elaboración permite que se mantengan vivos pueblos como los de la provincia de Toledo, que ofrecen al viajero conocer la cuna de este alimento tan navideño.

La mayor parte del mazapán que se elabora en España procede de los obradores y las empresas de una extensa comarca de Toledo, en los pueblos de Sonseca, Gálvez, La Mata, Torrijos, Polán y Consuegra, que encuentran en este dulce una oportunidad para abrir sus puertas al turismo, tanto nacional como internacional, y mostrar su riqueza paisajística, cultural, patrimonial y gastronómica.

El mazapán elaborado en la provincia de Toledo "es un dulce unido a la tradición, siempre evoca la Navidad, la reuniones, la familia... y aunque se puede comprar todo el año, especialmente en Toledo, la campaña de Navidad representa el 95 % de las ventas totales anuales, explica a Efe el presidente de la Indicación Geográfica Protegida (IGP) Mazapán de Toledo, Cándido Peces.

En la provincia conviven pequeños y medianos obradores, con producciones anuales de entre 50.000 y 200.000 kilos de mazapán, con grandes compañías, como Delaviuda, que fabrican millones de kilos.

¿CUÁL ES EL SECRETO DEL MAZAPÁN TOLEDANO?

No es fácil que los obradores artesanos te desvelen su secreto, pero Cándido Peces, también propietario de la empresa familiar Mazapanes Peces, uno de los mayores obradores de Consuegra y que "lleva más de 105 años de singladura", nos da algunas pistas.

Lo que distingue al mazapán toledano es que para su elaboración se utiliza un 50 % de almendra, la mayoría cultivada desde hace 15 años en Castilla-La Mancha, y un 50 % de azúcar; y, luego, claro está, el "saber hacer" y contar con los rodillos de piedra que permiten dar una textura y un toque distinto, reivindica orgulloso Peces.

Las típicas "figuritas" de mazapán son las más conocidas, pero según recuerda, "hemos ido evolucionando y ahora tenemos entre 16 y 18 productos distintos".

Otro de los dulces típicos toledanos son las famosas "anguilas", que suelen llevar la impronta de cada fabricante y que, como señala Peces, ya su abuelo hacía con moldes de madera, que no era otra cosa que el negativo del mazapán, con otras imágenes como los escudos heráldicos, la Catedral de Toledo, La Puerta Visagra... el mazapán hecho historia.

CONSUEGRA, CALLES QUE HUELEN A MAZAPÁN

Pasear por las calles de Consuegra significa oler a mazapán recién hecho; sus cinco obradores trabajan todos los días del año para vender en sus tiendas este dulce, que "está en el ADN" de este pueblo de 10.000 habitantes.

Tenemos un producto de calidad, arraigado en nuestra cultura, y que a su vez está contribuyendo" a fijar la población al medio rural, afirma a Efe el responsable de Turismo del Ayuntamiento de Consuegra, José Manuel Perulero.

¿Y qué distingue al mazapán de Consuegra?, reflexiona Perulero, que está elaborado con almendra de kilómetro cero, de forma artesanal y con una buena relación calidad/precio; aquí puedes comprar, como si fueras uno más del pueblo, un kilo de mazapán por 17 euros cuando en otras zonas te lo llegan a vender a 40 euros.

Pero en Consuegra hay mucho más que descubrir: bajo el cielo azul manchego rompen la llanura sus 12 molinos de viento -el mayor conjunto molinero de España-, que antes de la pandemia eran el principal atractivo para el turismo internacional, que suponía hasta un 70 % de los visitantes, especialmente de China, Japón y EE.UU.

A pesar de la covid-19, las visitas guiadas a los molinos continúan diariamente, pero llama la atención que ahora es el turista nacional quien disfruta de este patrimonio único porque "la gente (los de origen nacional) está redescubriendo su país", resalta Perulero.

Sin abandonar el complejo molinero avistamos, imponente desde el cerro Calderico, el Castillo de la Orden de San Juan de Jerusalén, con visitas que permiten revivir la historia de esta fortaleza.

Callejeando por su casco histórico hay que detenerse en la Plaza de España, la balconada de Los Corredores y la Iglesia del Santísimo Cristo de La Vera Cruz, y las ruinas romanas que sorprenden al visitante en cada esquina.

Aunque el mazapán es el producto estrella de Consuegra, en sus 18 restaurantes se puede encontrar desde la típica comida manchega hasta cocina de fusión; entre ellos El Alfar, situado en una antigua alfarería, y La Tercia, en un antiguo palacio perteneciente a los caballeros de la Orden de San Juan.

Este municipio dispone para alojarse de establecimientos rurales de cinco estrellas y un hotel boutique, que como señala Perulero, la mayor parte son casas rehabilitadas con nombres tan evocadores como "La vida de antes", una casa solariega de finales del XIX, que cuenta además con el restaurante "El retorno".

Al ser una "agrociudad", los propios folletos turísticos informan al visitante de las tiendas, cooperativas, bodegas o almazaras donde comprar productos de la tierra, especialmente aceite de oliva, queso, vino, azafrán, hortalizas como los calsots y las cebolletas, huevos camperos, cordero y ternera.

Comentarios