El Gobierno autonómico quiere impulsar la participación de los ayuntamientos y diputaciones en la Estrategia de Economía Circular y recoger las particularidades de todos los territorios, para lo cual se han establecido 16 zonas de implementación de economía circular en Castilla-La Mancha, cada una de ellas con un nodo regional y un plan de acción.
Así lo ha señalado la Consejería de Desarrollo Sostenible en una nota de prensa, tras la reunión por videoconferencia que el titular de este departamento, José Luis Escudero, ha mantenido este jueves para presentar la estrategia de la Ley de Economía Circular a los alcaldes de las localidades seleccionadas como nodos regionales y a los representantes de las cinco instituciones provinciales.
A su vez, les ha solicitado su colaboración para la elaboración del plan de acción de economía circular 2021-2025 que se está llevando a cabo para la implantación de la futura estrategia, al objeto de recoger las particularidades de todos los territorios y de adaptar las medidas a sus necesidades y potenciales.
Escudero ha explicado que el Ejecutivo autonómico quiere llegar “a todos los rincones de la región con esta estrategia y con su plan de acción”, por eso ha considerado que las aportaciones de los consistorios son “muy importantes” porque “son los que mejor conocen sobre el terreno las diferentes necesidades de sus comarcas”.
El consejero ha detallado durante la videoconferencia los ejes de actuación y las líneas y objetivos definidos en el primer borrador de la Estrategia de Economía Circular, entre los que se encuentran reducir la generación de residuos domésticos e industriales, incrementar la reutilización de los residuos municipales generados o reducir la generación residuos en toda cadena alimentaria.
También se ha informado a los participantes de que la estrategia busca incrementar la reutilización de agua, así como el gasto en I+D+i en materia de economía circular y el uso de las energías renovables en el sector agroalimentario e industrial.
Todo ello en cumplimiento de un buen uso de los recursos y cerrando el ciclo de vida de productos, servicios, residuos, materiales, agua y energía, “a la vez que reducimos el desperdicio alimentario, contribuyendo a la aminoración de gases de efecto invernadero”, ha recalcado el titular de Desarrollo Sostenible.
“Buscamos el crecimiento económico, la creación de empleo y la generación de condiciones para un desarrollo sostenible desacoplado del consumo de recursos no renovables y de una producción externa, que nos permita luchar contra el cambio climático y avanzar hacia una economía hipocarbónica, con la consiguiente mejora del medio ambiente y, con ello, de la vida y el bienestar de las personas de toda la región”, ha apuntado Escudero.
La Ley de Economía Circular de Castilla-La Mancha fue aprobada por unanimidad de todos los grupos en las Cortes regionales el 28 de noviembre de 2019 y refrendada con un amplio consenso de la sociedad castellanomanchega, el sector empresarial, y el Consejo Asesor de Medio Ambiente (CAMA).
