La Fundación Global Nature (FGN) y el Instituto Regional de Investigación y Desarrollo Agroalimentario y Forestal de Castilla-La Mancha (Iriaf) han firmado un convenio para recuperar leguminosas tradicionales que fomenten la diversificación y promuevan la competitividad de productos de la Red Natura 2000.
El acuerdo se enmarca dentro del proyecto LIFE 'Estepas de La Mancha', que actualmente cuenta con más de 3.000 hectáreas de terrenos agrícolas en custodia y permitirá evaluar ocho especies de leguminosas en distintas zonas para determinar su comportamiento agronómico en condiciones de secano y su potencial comercial, ha informado la Fundación en nota de prensa.
Aunque históricamente en la Península Ibérica se han cultivado y seleccionado distintas especies de leguminosas, tanto para alimentación humana como para la animal, durante las últimas décadas los cultivos de leguminosas han disminuido drásticamente en toda España en general y en Castilla-La Mancha en particular.
La desaparición local de estos cultivos ha supuesto la pérdida de muchas variedades seleccionadas durante siglos y bien adaptadas a las condiciones agroclimáticas castellano-manchegas, con un retroceso en la calidad alimenticia de la población y la degeneración progresiva de los suelos al ser sustituidos esos cultivos por otros intensivos que "necesitan una mayor remoción del suelo y mayor uso de fertilizantes y fitosanitarios".
Algo que "no sólo ha afectado la competitividad del agricultor manchego, sino que, al perderse el tradicional mosaico agrario, las poblaciones de aves esteparias también se han visto afectadas".
A través del proyecto LIFE 'Estepas de La Mancha', técnicos de FGN y del Iriaf evaluarán durante dos campañas agrícolas ocho especies de leguminosas tradicionales, incluyendo algunas que aún se cultivan, como la lenteja, veza y yero, y otras que prácticamente han desaparecido de su zonas de cultivo tradicionales, como la algarroba, almorta y alverjón.
El principal objetivo de estos estudios es determinar cuáles de estas leguminosas se adaptan mejor a las condiciones de cultivo en secano en cuatro diferentes Zonas de Especial Protección de Aves Esteparias (ZEPA) para fomentar la diversificación de cultivos en la zona y mejorar su competitividad a través de la obtención de productos agrícolas que han sido cultivados en la Red Natura 2000.
Se pretende cultivar las distintas leguminosas bajo un sistema productivo que va más allá de la producción ecológica, fomentando un modelo de explotación agrícola basada en la utilización óptima de los recursos naturales, sin emplear productos químicos de síntesis u organismos genéticamente modificados y sólo productos ambientalmente aceptables para combatir las plagas.
De esta forma se obtendrán alimentos que respeten la fertilidad de la tierra y, a la vez, se implementarán medidas agroambientales que contribuyen a la mejora de la biodiversidad.
Las actividades propuestas se integran en un proyecto que busca frenar el descenso de las poblaciones de aves esteparias y cuenta, para ello, con la colaboración de agricultores que forman parte de la Red de Custodia Agraria, dentro del propio proyecto en las cuatro principales ZEPAs de la región incluidas en la Red Natura 2000.
La Red de Custodia cuenta actualmente con más de 3.000 hectáreas distribuidas a lo largo de 57 municipios manchegos en las provincias de Ciudad Real, Cuenca y Toledo.
Esta iniciativa, que se desarrolla entre 2016 y 2019, está cofinanciada por el programa LIFE de la Unión Europea, mientras que la Fundación Global Nature coordina el proyecto del que es socia la Consejería de Agricultura, Medio Ambiente y Desarrollo Rural.
Además, cuenta con el apoyo del Ministerio de Agricultura y Pesca, Alimentación y Medio Ambiente, a través de Fundación Biodiversidad, y de los ayuntamientos del área en el que se desarrolla el proyecto.
