La Feria de Artesanía de Castilla-La Mancha (Farcama) se ha convertido en una cita ineludible para los amantes de la artesanía que ha fidelizado a vecinos de la Comunidad de Madrid a lo largo de sus 37 ediciones y que espera superar los 60.000 visitantes que acudieron el año pasado al recinto Toletum.
El perfil del visitante de Farcama es gente de la provincia de Toledo, "muy fiel" a la feria, y también de la cercana Madrid, sobre todo del sur de la comunidad, según ha dicho a Efe la directora general de Turismo, Comercio y Artesanía, Ana Isabel Fernández Samper.
El presidente de la Federación de Artesanos de Castilla-La Mancha, Roberto Perea, añade que este visitante es "muy variopinto" y hay muchos que llevan quince o veinte años acudiendo: "lo vemos en la encuestas, cuando dicen que la primera vez que vino fue con sus padres, luego con su novio y ahora con sus hijos, e incluso hay gente que ya acude con sus nietos".
Perea ha dicho a Efe que el público valora que sea un producto artesano, que no compite con el comercio tradicional y que puede encontrar calidad con un toque de "exclusividad" ya que "el artesano tiene la capacidad de crear algo que el comprador le solicita con una idea desde cero y se convierte en un producto único", ha señalado.
Fernández Samper también subraya que no sólo es importante la feria por las ventas directas sino como escaparate para promocionarse y dar a conocer su producto, de manera que en un futuro les encarguen piezas o se acerquen al taller a comprar.
Recién rebasado el ecuador de la Feria, que abrió el viernes día 6 y estará abierto todo este puente del Pilar, hasta el domingo 15, los datos de asistentes son positivos, la meteorología acompaña y los artesanos están vendiendo.
Desde Albacete, José María Barberá, de la confitería Arenas, ha traído los conocidos y deliciosos 'miguelitos' de La Roda. Afirma que la feria muy bien: "voy en ventas mejor que el año pasado porque llevo un gran producto que la gente lo conoce y está hecho a mano; no es como muchos que hay industriales".
Jesús Zarza se dedica a la forja artística, confía en que las ventas mejoren durante el puente y explica que su cliente es "selecto" y muy concreto, debe ser alguien que esté haciendo una obra o la tenga previsto y necesite una barandilla, una reja o una puerta. Una de sus clientas de esta semana ha llegado desde Bilbao.
Juegos de ingenio para niños y adultos, rompecabezas, puzzles tridimensionales y juegos de mesa vende Ignacio Páramo, que señala que lo que más vende son los juegos de cuerdas y laberintos y que su favorito es "el más difícil".
Y a la directora general de Turismo le gusta, en particular, la calidad que ofrecen los jabones y productos artesanales de cosmética que se venden en Farcama, además de la cerámica y el cuero.
Ana Isabel Fernández Samper dice que están "muy contentos" con el número de asistentes y defiende la ubicación de Farcama en el edificio Toletvm, que este año ha mejorado sus espacios y se presenta "más amplio, más cómodo más luminoso y mejor acondicionado", para hacer la compra más fácil y poder pasear a gusto.
El edificio Toletvm es un espacio céntrico y de buen acceso, que dispone de aparcamiento y que se ha ido adaptando a las necesidades de Farcama, y como los artesanos están contentos no tienen previsto cambiar de lugar, afirma.
"Creemos que este próximo fin de semana va a ser impresionante", augura Roberto Perea, quien dice que las instalaciones están preparadas para recibir público en cantidad.
Hasta hoy han visitado la Feria más de 20.000 personas y la organización espera alcanzar, e incluso superar, las 60.000 que hubo en 2016.
Para quienes quieren comprar online desde casa, se ha puesto en marcha un 'market place' con 600 productos de artesanos de la feria y unos 65 expositores, y la idea es incorporar, también, a artesanos que no hayan acudido a Farcama.
