UGT calcula que solo el 6% de convenios de Castilla-La Mancha regulan el teletrabajo

Según el sindicato, siete de cada diez trabajadores de la Comunidad Autónoma no tienen garantizado el derecho a la desconexión digital
El secretario regional de Salud Laboral de UGT Castilla-La Mancha, Javier Flores
photo_camera El secretario regional de Salud Laboral de UGT Castilla-La Mancha, Javier Flores

UGT calcula, según un estudio realizado, que solo el seis por ciento de los convenios colectivos de Castilla-La Mancha regulan el teletrabajo o trabajo a distancia, un porcentaje similar a la media nacional, de modo que solo tienen acceso al mismo tres de cada 10 empleados.

En nota de prensa, la organización sindical ha señalado que las nuevas tecnologías y la irrupción del teletrabajo a raíz de la pandemia de la covid-19 han introducido en el mercado laboral nuevos factores de riesgos laborales, sobre todo de tipo psicosocial, que afectan a los trabajadores.

De esta manera, ha considerado que el teletrabajo en Castilla-La Mancha y en el resto del país sigue siendo una "asignatura pendiente", no solo por ser una modalidad aún muy minoritaria en comparación con otros lugares de la Unión Europea (UE), sino también por la falta de regulación.

De hecho, ha apuntado que solo el 13 % de los convenios firmados en 2021 contenían cláusulas referentes al teletrabajo, al tiempo que ha lamentado que "muchas empresas tienen malas prácticas por no dotar a los trabajadores de los medios necesarios".

En este sentido, el secretario regional de Salud Laboral de UGT, Javier Flores, ha remarcado que existe una serie de factores psicosociales y organizativos "a los que hay que prestar atención para que no se materialicen en daños para la seguridad y salud de los trabajadores como el tiempo de trabajo, la hiperconectividad, la cargas de trabajo cuantitativo y la sobrecarga cualitativa".

En este punto, ha resaltado que ya se habla de conceptos como el 'tecnoestrés', derivado del exceso de demanda en el trabajo y que está influido por el aumento de la despersonalización favorecido por la comunicación a través del ordenador, como las interrupciones continuas o el exceso de supervisión facilitado por las nuevas tecnologías.

También ha nombrado las denominadas 'tecnoadicciones' como la fobia a los móviles o el efecto de no prestar atención a los demás.

Ante esta dependencia de las nuevas tecnologías, Flores ha aseverado que "es necesario que los riesgos derivados de su uso se gestionen de forma eficiente en las empresas", por lo que ha abogado por el acuerdo de medidas negociadas entre empresa y trabajadores.

Con todo, ha afirmado que estos riesgos psicosociales "no son nuevos ni emergentes, sino que son los grandes olvidados de los sistemas de gestión de prevención en las empresas" e incluso ha alertado de que "se perfilan como la futura pandemia".

Al mismo tiempo, ha advertido de que "es más probable que una persona trabajadora enferme por estrés laboral que por otra enfermedad considerada como profesional" y ha augurado que las enfermedades cardiovasculares y cerebrovasculares, unidas a los suicidios, serán las principales causas de muerte en el trabajo si no se aborda el problema "de manera decidida". 

Comentarios