Turrones, mazapanes y polvorones ocupan ya un lugar destacado en los lineales desde octubre, pero el sector del dulce navideño está pendiente de las posibles restricciones de reuniones por la covid, especialmente en las dos semanas previas a la Nochebuena, cuando se concentra el 70 % de las compras.
Cada español gastó el año pasado una media de 7,20 euros en dulces navideños, cuyo consumo per cápita se mantuvo en los 0,77 kilos; los hogares compuestos por jubilados, parejas adultas sin hijos y parejas con hijos mayores son los que más demandan esta categoría de dulces.
Según el Informe del Consumo de Alimentación en España 2019, del Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación (MAPA), los asturianos (1,25 kg/persona/año) y catalanes (0,87 kg/persona/año) son los que más consumen dulces navideños, y los riojanos (0,55 kg/persona/año) y los aragoneses (0,60 kg/persona/año), los que menos.
El mantecado y el polvorón, por volumen, son los reyes de estas fiestas, con una cuota del 28,8 %, seguidos del turrón (25,9 %) y el mazapán (3,5 %), que son los que pierden año tras año más consumidores; todo ello sin contar la categoría más dinámica, la de "otros productos navideños", que ya representa el 41,9 %.
El secretario general de Produlce, Rubén Moreno, ha explicado a Efeagro que el periodo navideño supone entre el 80 y el 85 % de la facturación de todo el ejercicio para los fabricantes y que, aunque la distribución adelanta la presencia de estos productos, "realmente son las dos semanas previas a la Nochebuena cuando se hace, más o menos, el 70 % de las ventas".
Este ejercicio es especialmente difícil de predecir cómo será el desempeño del sector en la campaña navideña y la incertidumbre se mantendrá hasta el último momento, ya que va a depender mucho de cuál sea la situación exacta en cuanto a movilidad y restricciones se refiere", comenta.
Y es que, según añade, "las posibilidades que tengamos (o podamos tener) de relacionarnos en estas fiestas influirán mucho en el consumo de este tipo de productos, tan vinculados a los encuentros de familiares y amigos".
El sector no descarta que la crisis económica se traduzca en una menor demanda de pedidos de cestas y lotes de Navidad de empresas, a lo que, según el secretario general de la indicación geográfica protegida (IGP) Jijona y Turrón de Alicante, Federico Moncunill, hay que añadir la desaparición de las compras hechas por turistas.
A pesar de esta situación, confía en que lo que se pierda de campaña por las circunstancias sociales a propósito de la covid se pueda compensar en gran medida en las próximas semanas con las ventas en supermercados, "como sucedió con el chocolate en marzo y abril", en pleno confinamiento.
El presidente de la IGP Mazapán de Toledo y de los fabricantes de dulces navideños de esta provincia, Cándido Peces, aseguraba hace unos días que esta campaña está siendo "más lenta" en pedidos que otros años y que las posibles restricciones en las reuniones familiares pueden "retener el consumo".
El impulso de la compra online también ha dejado huella en el sector, y plataformas como turronesydulces.com esperan cerrar 2020 con un crecimiento del 150 % en sus pedidos.
