La CE pide a España prudencia fiscal y financiar nuevas inversiones con los fondos

Por otra parte, Bruselas propone que 2022 sea el último año sin límites en el déficit y deuda públicos

La Comisión Europea ha recomendado este miércoles a España que mantenga una política fiscal "prudente" en 2022 debido a su elevada deuda pública, que alcanzó este año el 120% del PIB, y que dé prioridad a las ayudas europeas del fondo de recuperación frente a recursos nacionales para financiar inversiones adicionales.

El mensaje de las autoridades comunitarias al Gobierno español se repite para los Estados miembros del bloque cuentan con una deuda pública elevada, a los que sugiere ser precavidos en la gestión de las cuentas aunque mantengan los estímulos para reactivar sus economías tras la pandemia.

"Los Estados miembros con una deuda elevada deben usar el fondo de recuperación para financiar inversiones adicionales que apoyen la recuperación y al mismo tiempo mantener una política fiscal prudente", apunta el informe publicado este miércoles por el Ejecutivo comunitario.

Esto no significa, explican fuentes comunitarias, que países como España no deban realizar inversiones con el presupuesto nacional, sino que piden cierto "grado de precaución" en este capítulo y "dar prioridad" a las ayudas previstas en el plan anticrisis de la UE.

Con las reglas fiscales europeas suspendidas todavía, Bruselas ha optado por lanzar mensajes "cualitativos" a las capitales del bloque, en lugar de establecer objetivos concretos para la reducción del déficit y la deuda, como hacía habitualmente antes de la pandemia.

En general, Bruselas sigue recomendando el mantenimiento de los estímulos en 2022 y pide a los gobiernos que eviten una retirada "prematura" de los apoyos, que podría dañar y retrasar la recuperación. Las autoridades comunitarias calculan que el todos los países del bloque habrán recuperado su PIB previo a la crisis a finales de 2022, aunque a un ritmo desigual.

En esta línea, las recomendaciones dirigidas al Gobierno español piden prestar una "atención particular" a las finanzas públicas "tanto por el lado de los ingresos como del gasto", así como a la "calidad" de las medidas presupuestarias, a fin de "garantizar una recuperación sostenible e inclusiva".

Además, aboga por emprender inversiones "sostenibles y que fortalezcan el crecimiento", principalmente relacionadas con las transiciones verde y digital, y priorizar reformas "estructurales" que ayuden a "financiar las prioridades" públicas y contribuyan a mejorar la sostenibilidad de las cuentas públicas a largo plazo.

En este último capítulo, los servicios económicos de la Comisión Europea destacan que España debe "fortalecer la cobertura, suficiencia y sostenibilidad" del sistema público de salud y de protección social para toda la población.

La elevada deuda pública es una de las "vulnerabilidades" de la economía española identificadas por la Comisión Europea en otro informe publicado este miércoles. "La deuda pública aumentó considerablemente en 2020 como resultado de la recesión y las medidas de apoyo puestas en marcha para amortiguar el impacto de la crisis", explica el documento.

Según las últimas previsiones del Ejecutivo comunitario apuntan a que la deuda empezará a caer "más significativamente" en 2022 a causa de unos déficit públicos "continuamente altos" pero también en senda positiva.

Bruselas también pone el acento en la elevada deuda privada de empresas y hogares en un contexto de "alto desempleo". El proceso de reducción de dicha deuda, señala el informe, se detuvo con la crisis del la COVID-19 y el desempleo subió en 2020 y no empezará a disminuir hasta 2022.

Otro aspecto que destaca el texto sobre los desequilibrios macroeconómicos de España es el "impacto negativo" que ha tenido la pandemia en el sector turístico. Además, la crisis ha deteriorado el saldo de la cuenta corriente, aunque alcanzará el equilibrio este año y el siguiente.

2022 ÚLTIMO AÑO SIN LÍMITES EN EL DÉFICIT

En otro orden, la Comisión Europea ha propuesto este miércoles que las reglas que limitan el déficit y la deuda públicos de los Estados miembros sigan suspendidas en 2022 pero vuelvan a reactivarse en 2023, una vez que las economías europeas hayan recuperado su nivel de PIB anterior a la crisis provocada por la pandemia de coronavirus.

El Ejecutivo comunitario hace de esta forma oficial un planteamiento que ya había avanzado el vicepresidente económico Valdis Dombrovskis tras la reunión de ministros de Economía y Finanzas de la UE (Ecofin) en Lisboa hace dos semanas.

En concreto, lo que propone Bruselas es que la cláusula general de escape del Pacto de Estabilidad y Crecimiento, activada en marzo de 2020, siga vigente hasta que finalice el año que viene. Esto supone que los límites del 3% y del 60% del PIB para el déficit y la deuda, respectivamente, sigan congelados.

"La continuación de la cláusula general de escape en 2022 y la esperada desactivación a partir de 2023 es importante para la planificación de los Estados miembros y las expectativas de los inversores", ha explicado en una rueda de prensa el comisario de Economía, Paolo Gentiloni, quien ha confiado en que las capitales den su visto bueno a este enfoque.

El objetivo de la decisión es que los gobiernos del bloque mantengan los estímulos económicos que desplegaron desde el inicio de la crisis para reactivar sus economías y salir de la crisis provocada por la pandemia. Con el paso del tiempo, las políticas fiscales "deberían ser más diferenciadas

Además, al apoyo nacional se sumarán a partir de este verano las primeras ayudas procedentes del fondo de recuperación de la UE, de las que se espera que aporten un "impulso fiscal importante" en los próximos años.

En este contexto, la Comisión Europea ha visto "lógico" no adoptar la decisión de abrir procedimientos por déficit y deuda excesivos a los países este año debido a la "incertidumbre" que todavía existe y la necesidad de seguir manteniendo el apoyo a la economía. Según el análisis de las autoridades comunitarias, solo Bulgaria, Dinamarca y Suecia tienen un déficit inferior al 3% y el último seria el único socio que cumple el criterio relativo a la deuda.

En todo caso, la UE tiene pendiente un debate sobre el futuro y posible modificación de las reglas del Pacto de Estabilidad y Crecimiento. El Ejecutivo comunitario tiene previsto publicar sus ideas al respecto a finales de año para lanzar las discusiones al respecto.

El debate sobre la revisión de las reglas fiscales, sin embargo, será complicado por las diferentes posturas entre los Estados miembros, tal y como han reconocido este miércoles tanto Gentiloni como el vicepresidente económico del Ejecutivo comunitario, Valdis Dombrovskis.

"Todos sabemos que no tenemos la solución en nuestro bolsillo, tenemos que construir consensos para adaptar las reglas", ha expresado el italiano cuando se le ha preguntado en la rueda de prensa por estas discusiones.

Dombrovskis, por su parte, ha asegurado que Bruselas "reanudará" la consulta pública sobre este asunto que había sido detenida por la pandemia con el objetivo de evaluar cómo hacer "avanzar" las reglas fiscales siempre "dentro de los Tratados" de la UE.

El objetivo, ha explicado el letón, será simplificarlas y "reforzar su efecto contracíclico", aunque también ha enfatizado durante su intervención que el Pacto de Estabilidad y Crecimiento en su forma actual ya contiene "flexibilidad" suficiente y una prueba es la cláusula general de escape.

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