La presidenta de Castilla-La Mancha, María Dolores de Cospedal, anunció su propósito de suprimir la Sindicatura de Cuentas de la región.
Cospedal hizo este anuncio durante el Debate sobre el Estado de Castilla-La Mancha, donde manifestó que es un esfuerzo más en la racionalización y simplificación de la administración.
A partir de la supresión de la institución, la fiscalización de las cuentas públicas de Castilla-La Mancha volverá a hacerla el Tribunal de Cuentas.
Cospedal recordó que en esta legislatura ya se han eliminado el Defensor del Pueblo regional, la Comisión regional de la Competencia y Consejo Económico y Social.
El síndico de cuentas respeta la supresión
El síndico de Cuentas de Castilla-La Mancha, Miguel Ángel Cabezas de Herrera, mostró su respeto absoluto al anuncio de supresión del órgano que dirige anunciado por la presidenta regional, María Dolores de Cospedal, y admitió que era previsible que ocurriera.
Cabezas de Herrera, en declaraciones a los medios de comunicación tras el anuncio hecho por Cospedal en el Debate sobre el Estado de la Región, realizó una declaración institucional en la que quiso dejar patente su respeto a la medida y anunció "la mayor de la lealtades" en el traspaso de las funciones al Tribunal de Cuentas del Estado.
Concretó que sus funciones en la Sindicatura de Cuentas de Castilla-La Mancha finalizará el 22 de noviembre, y que para esa fecha, se habrá hecho el traspaso "con la mayor celeridad y sin pérdida de un gramo de eficacia".
Tras señalar que el propio Gobierno regional valoró la labor que ha desempeñado "con eficacia" la Sindicatura de Cuentas, mostró su confianza de que también el Tribunal de Cuentas va a continuar la tarea de control y fiscalización "extraordinariamente bien".
Cabezas de Herrera admitió que la eliminación del organismo que dirige era previsible, sobre todo tras el informe del Gobierno central en el que se recomienda suprimir aquellos órganos en las comunidades autónomas que pudieran tener duplicidad en la administración del Estado, y toda vez que la Junta de Comunidades ya ha eliminado otros organismos, al tiempo que comentó, en alusión a la crisis económica, que "las circunstancias obligan".
En cuanto al retraso que se podría producir en la labor del control de las cuentas y que según dijo el PSOE podría alcanzar hasta los diez años, Cabezas de Herrera consideró que, por su parte, "sería muy imprudente y ofensivo con el Tribunal de Cuentas" apoyar esta afirmación.
"El movimiento se demuestra andando y no hay que presuponer nada. La sindicatura de Cuentas va a trabajar denodadamente en estos meses para que el Tribunal de Cuentas pueda seguir el trabajo con agilidad", concluyó.
