La cosecha de uva en Castilla-La Mancha bajará un 18% por el calor extremo de agosto
Cooperativas Agro-alimentarias de Castilla-La Mancha ha confirmado una importante reducción en la campaña de vendimia 2025 respecto a lo previsto inicialmente. La organización estima que la cosecha se situará en torno a los 18,5 millones de hectolitros de vino y mosto, lo que supone un descenso de alrededor del 18% respecto a 2024, año en el que la región obtuvo 22,7 millones de hectolitros. El motivo principal: las temperaturas extremas de la primera quincena de agosto, que superaron los 40 grados de forma continuada y dañaron seriamente al viñedo regional.
De unas previsiones optimistas a una fuerte corrección
La Comisión Sectorial Vitivinícola de Cooperativas, reunida en la localidad conquense de Mota del Cuervo, constató que la ola de calor sufrida en los primeros veinte días de agosto ha desbaratado las buenas expectativas que existían apenas un mes antes.
En su asamblea del 30 de julio, celebrada en Tomelloso (Ciudad Real), la organización había adelantado que la vendimia de 2025 podría superar los niveles de 2024, gracias a las lluvias de principios de año y a un desarrollo vegetativo favorable del viñedo. Sin embargo, la realidad se ha torcido: el calor sofocante y prolongado ha deteriorado el estado de las plantas, reduciendo el peso y número de racimos en toda la superficie vitícola.
Una primavera prometedora truncada por el calor
El viñedo castellano-manchego había llegado al verano en buenas condiciones tras una primavera húmeda y un mes de junio y primera quincena de julio especialmente calurosos, marcados además por tormentas, algunas acompañadas de granizo. Pese a estos episodios, la vid se desarrollaba de forma satisfactoria.
El cambio radical llegó con la ola de calor de agosto: temperaturas por encima de 40 ºC durante casi veinte días provocaron la deshidratación de buena parte de las cepas, desgastando la planta y reduciendo de manera significativa el potencial de producción justo en vísperas de la vendimia.
Castilla-La Mancha, pieza clave en la producción nacional
Con la vendimia ya iniciada en la variedad mayoritaria Airén, las proyecciones a 17 de septiembre sitúan la cosecha regional en esos 18,5 millones de hectolitros, más de cuatro millones menos que el año anterior. La caída tendrá un peso determinante en el balance español: Castilla-La Mancha podría representar el 58% de la producción nacional en esta campaña.
España, en conjunto, no alcanzaría los 32 millones de hectolitros de vino y mosto, frente a los 36,8 millones de 2024. Esto supone una disminución superior al 13% y coloca a la vendimia de 2025 como “posiblemente la menor del siglo”, incluso por debajo de la registrada en 2023, que ya había marcado un mínimo histórico.
Menos existencias y tensión en los mercados
La organización recuerda además que las existencias de inicio de la campaña 2025/2026 son similares a las del año pasado, cuando ya eran reducidas. Con menos disponibilidad de vino y mosto, se espera que el desarrollo comercial de los productos vitivinícolas se vea directamente condicionado, generando un escenario de mayor tensión en los mercados.
Escasez también a nivel internacional
El retroceso productivo no se limita a España. En Europa, la producción se prevé igualmente baja, en torno a los 145-146 millones de hectolitros, cifras similares a las de 2024. El hemisferio sur, por su parte, registrará una campaña media-baja, con unos 48 millones de hectolitros.
En total, la producción mundial de vino en 2025 se situaría en torno a los 228 millones de hectolitros, según la Organización Internacional de la Viña y el Vino (OIV). Se encadenarían así tres campañas consecutivas con las producciones más reducidas del siglo XXI, lo que refuerza la preocupación del sector por la tendencia global a la baja.