El índice de precios de consumo (IPC) ha caído en abril en Castilla-La Mancha un 1,2 por ciento en comparación con el mismo mes de 2019 y, en lo que va de año, los precios han descendido un 1,8 por ciento en la región.
A nivel nacional, el IPC cayó en abril un 0,7 % en comparación con el mismo mes de 2019, lo que supone el primer descenso de este indicador desde agosto de 2016, provocado por el abaratamiento de los carburantes y a pesar del fuerte repunte de los alimentos frescos.
De acuerdo con los datos publicados este jueves por el Instituto Nacional de Estadística (INE), sin tener en cuenta los elementos más volátiles del indicador, que son precisamente la energía y los alimentos no elaborados, la inflación subyacente se mantuvo en el 1,1 %.
En el caso de Castilla-La Mancha, la mayor caída de los precios se ha registrado en el sector de los transportes, con una bajada del 7,1 por ciento anual, y en el apartado de ocio y cultura, con un descenso del 1 por ciento.
Por contra, los precios de alimentos y bebidas no alcohólicas han subido un 4,5 por ciento en abril en tasa anual y los de hoteles, cafés y restaurantes se han incrementado un 2,2 por ciento en comparación con abril de 2019.
A nivel nacional, el grupo con más influencia en la caída de IPC es el del transporte, que descendió un 6,8 % anual, más de cuatro puntos por debajo de la del mes anterior, consecuencia de la caída del 16,2 % de los carburantes.
También tiró a la baja de los precios el grupo de la vivienda, que cayó el 6,6 %, casi dos puntos más que el mes anterior, debido a la bajada del 19,9 % del precios de la electricidad.
Por el contrario, ha influido al alza el grupo de alimentos y bebidas no alcohólicas, que ha subido un 4 % anual, un punto y medio más que en marzo, por el encarecimiento de las frutas, las legumbres y hortalizas, el pescado y marisco y la carne.
No obstante, el grupo de la alimentación solo suma 0,285 puntos, mientras que el de la vivienda resta 0,245 y el del transporte, 0,6999 puntos, lo que explica la caída del 0,7 puntos de la tasa anual de abril (-0,7 %) respecto a la de marzo (0,0 %).
Debido al confinamiento por la epidemia del COVID-19, el INE ha creado dos grupos especiales -uno de bienes y otro de servicios- para recoger el impacto de esta situación en los precios, entre los que destaca la subida del 6,9 % de los alimentos frescos en tasa anual, tres puntos superior a la registrada el mes anterior.
Respecto a abril las mayores subidas de precios de los productos más consumidos durante el confinamiento han sido para las legumbres y hortalizas (10,4 %), la pizza (3,6 %), el marisco fresco (3,5 %), el pescado fresco (2,7 %) y las patatas (2,6 %).
Por el contrario, las mayores caídas mensuales de productos más consumidos durante el confinamiento han sido para los combustibles líquidos (18,1 %), la electricidad (5,8 %), la carne de ovino y caprino (2,1 %) y los helados (1,2 %).
La tasa anual del IPC ha disminuido en todas las comunidades autónomas en abril respecto a marzo, si bien los mayores descensos se han producido en Aragón y Castilla-La Mancha, con bajadas de un punto en ambas.
De esta forma todas se sitúan en tasas anuales negativas, salvo Canarias, que registró una inflación del 0,4 %, aunque cuatro décimas por debajo de la registrada el mes anterior.
DEBILIDAD DE LA DEMANDA INTERNA
Por otra parte, y tras conocerse el dato, CCOO Castilla-La Mancha ha advertido de que la caída del Índice de Precios al Consumo (IPC) de un 1,2 por ciento en abril refleja la debilidad de la demanda interna y, por ello, ha pedido implementar, a través del diálogo social, medidas de protección adicionales para una salida de la crisis donde nadie se quede atrás.
En un comunicado, el sindicato ha analizado los datos publicado este jueves por el Instituto Nacional de Estadística y ha augurado que "la debilidad de la demanda interna hibernada durante la actual crisis sanitaria seguirá débil durante los próximos meses".
Para la secretaria general de Acción Sindical y Formación Sindical de CCOO Castilla-La Mancha, Carolina Vidal, la pandemia de la COVID-19 ha generado una situación de "crisis sanitaria, económica, laboral y social sin precedentes" y ha reclamado superar esta coyuntura "sin dejar a nadie atrás, priorizando el mantenimiento del empleo y el bienestar de los trabajadores".
"En pleno proceso de desescalada, de reactivación del empleo y de la actividad económica, es fundamental proteger los puestos de trabajo y que las personas trabajadoras puedan desarrollarlo en unas condiciones laborales dignas y seguras para proteger su salud y su vida", ha remarcado Vidal.
Vidal ha recordado que sindicatos, Gobierno regional y patronal firmaron a comienzos del mes de mayo un Plan de medidas extraordinarias para la recuperación de Castilla-La Mancha, que incluye ayudas directas a trabajadores que cuentan con menos recursos económicos, ayudas para la conciliación de la vida laboral y familiar, el reforzamiento de las líneas en materia de seguridad y salud laboral y ayudas para el mantenimiento del empleo, entre otras.
A nivel nacional, Vidal ha indicado que sindicatos, Gobierno y patronal han firmado un Acuerdo en Defensa del Empleo que entre otras medidas contempla la prórroga de los Expedientes de Regulación Temporal de Empleo (ERTE) hasta el próximo 30 de junio.
En esta línea, Vidal ha considerado que hay que seguir tomando medidas de protección adicionales, basadas en el acuerdo, y que el esfuerzo económico de los diferentes gobiernos para mantener el empleo, la protección de las personas y de las empresas, debe de tener un reflejo en el compromiso empresarial de mantenimiento del empleo y de los salarios, ya que son "elementos necesarios para reactivar la demanda interna y el crecimiento económico" en España y en Castilla-La Mancha.
