La Comisión de Asuntos Jurídicos del Parlamento Europeo adoptó por unanimidad este martes su posición sobre un nuevo sistema para garantizar la protección de la indicación geográfica que protege los nombres de los productos artesanales e industriales locales en la Unión Europea (UE), como la cerámica de Talavera o los cuchillos de Albacete.
De esta manera, la Eurocámara pretende cerrar la "brecha" entre los sistemas nacionales divergentes mediante la protección de bienes como piedras naturales, joyería, textiles, encajes, cubertería, vidrio y porcelana tanto en la UE como a nivel internacional, indicó la institución en un comunicado.
Las indicaciones geográficas establecen derechos de propiedad intelectual para productos específicos cuyas cualidades están esencialmente ligadas a la zona de producción, pero actualmente solo afectan a vinos, bebidas espirituosas, productos alimenticios y agrícolas.
"Es hora de crear un mecanismo en toda la UE para proteger las habilidades y tradiciones locales europeas específicas relacionadas con la artesanía y los productos industriales", destacó la ponente de esta futura normativa por parte del Parlamento Europeo, la conservadora alemana Marion Walsmann.
La eurodiputada destacó que el mecanismo diseñado está pensado para reducir al mínimo la carga administrativa para las pymes, que se "de un proceso de solicitud más sencillo y tarifas más bajas".
Las solicitudes de los productores artesanales serían examinadas primero por las autoridades nacionales y locales, y luego la Oficina de Propiedad Intelectual de la UE (EUIPO), con sede en Alicante, decidiría sobre el registro.
Los eurodiputados proponen que aquellos Estados miembros que no estén dispuestos a establecer una autoridad nacional de registro deberían poder optar por no participar y que el registro sea cubierto directamente por la EUIPO.
Para facilitar el proceso, los eurodiputados sugirieron utilizar aplicaciones electrónicas y que las autoridades nacionales ayuden a las pequeñas y medianas empresas con la administración de su solicitud y garanticen tarifas de registro más bajas para ellas.
Este mecanismo "no solo ayudará a que los productos tradicionales de las regiones menos desarrolladas se den a conocer, atraigan turistas y creen puestos de trabajo, sino que también hará que los consumidores sean más conscientes de ellos, garantizará una competencia justa para los productores y los ayudará a luchar contra los productos falsificados", subrayó Walsmann.
Una vez que el Parlamento confirme en sesión plenaria el mandato de entablar negociaciones con los gobiernos de la UE, podrán comenzar las conversaciones sobre el texto normativo definitivo.
El Comité Europeo de las Regiones, que representa a las autoridades locales y regionales de la Unión, inició esta reivindicación en 2015.