CCOO ha instado al Gobierno de Castilla-La Mancha a tener en cuenta "los daños causados" por las actuales adjudicatarias del servicio del transporte sanitario urgente y los pronunciamientos judiciales condenatorios para la redacción de los nuevos pliegos de contratación.
A través de un artículo de opinión, el secretario de Acción Sindical de la Federación de Servicios a la Ciudadanía de CCOO en Castilla-La Mancha, José María Sanz, y su responsable en Ciudad Real, Alfonso Tercero, han criticado que la actual contrata de este servicio sanitario ha estado marcado desde 2012 por "tropelías empresariales y permisividad de la Administración".
"Han destruido más de un centenar de empleos, con el consiguiente deterioro de la calidad del servicio", han recriminado los representantes sindicales, que han responsabilizado de esta situación también al Servicio de Salud de Castilla-La Mancha (Sescam) y al sindicato UGT que, en su opinión, "no tuvo empacho de refrendar, con el silencio, las peores actuaciones patronales".
En este sentido, han condenado "la actitud condescendiente" de la Administración y UGT antes la "acumulación de sentencias judiciales, todas ellas instadas y conseguidas por CCOO", que, han indicado, "ponen de relieve la ingente vulneración de derechos en la que han incurrido las empresas, con Ambuibérica-Ciudad Real a la cabeza".
"Ninguna empresa privada condenada por vulnerar derechos fundamentales debiera tener acceso a contratas de servicios públicos", han exigido Sanz y Tercero, que han reclamado al Gobierno regional que tenga en cuenta los pronunciamientos judiciales sobre la legalidad del III Convenio Colectivo para redactar los pliegos que regulen las adjudicaciones del servicio.
Según han recordado, el Tribunal Superior de Justicia de Castilla-La Mancha (TSJCM) "ya dio la razón a CCOO y anuló el artículo 21.D del convenio", que, han explicado, regulaba un sistema de organización "que facilitó una parte de los despidos de trabajadores por las actuales empresas adjudicatarias".
Los sindicalistas han apreciado también en su artículo "un cambio de posición de UGT, el sindicato más representativo del sector, respecto a su nivel de exigencia frente a las empresas", aunque han puntualizado que "mucho mal ya está hecho y difícilmente podrá remediarse".
