Telefónica comienza el cierre de centrales de cobre por el despliegue de la fibra

Telefónica cerrará en noviembre las dos primeras centrales de cobre que serán sustituidas por la red de fibra óptica y ha notificado el cierre de otras 36 centrales, de las cerca de 6.500 que existen en España.

En concreto, de las 38 centrales que cerrará Telefónica siete están situadas en Madrid, cuatro en Zaragoza, cuatro en Valladolid, tres en Barcelona y otras tres en Tarragona. El resto se sitúan en Álava, Baleares, Cáceres, Cádiz, Girona, Guadalajara, La Coruña, La Rioja, Las Palmas, Murcia, Tenerife.

De acuerdo con los datos de la CNMC, el año pasado se registraron más de 15 millones de líneas de fibra óptica hasta el hogar (FTTH) instaladas y la previsión es que se alcancen más de 41 millones de accesos de nueva generación en 2017.

En este sentido, el despliegue de redes de nueva generación basadas en accesos de fibra óptica hasta el hogar (FTTH) tiene como consecuencia un uso cada vez menor de las centrales de pares de cobre.

En 2009, la antigua CMT aprobó las condiciones en las que autoriza a Telefónica el cierre de centrales. Entre estos requisitos figuran el de garantizar un equilibrio entre la renovación tecnológica de la red y la protección de las inversiones de los operadores realizadas bajo un cierto entorno regulatorio.

Bajo estas condiciones, Telefónica únicamente puede proceder a cerrar una central cuando más del 25% de los clientes cubiertos por esa instalación se conecten por medios alternativos a la red de cobre (como FTTH).

Asimismo, Telefónica debe seguir prestando servicios de acceso mayorista al bucle en la central durante cinco años si hay operadores coubicados. Si no los hay, este período de garantía se reduce a un año.

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