Regantes piden a Tejerina no ser 'más papista que el Papa' en fijación caudales

El presidente de la Federación Nacional de Comunidades de Regantes (FENACORE), Andrés del Campo, ha pedido a la ministra de Agricultura, Alimentación y Medio Ambiente, Isabel García Tejerina, "no ser más papista que el Papa" en la fijación de los caudales mínimos ecológicos, en una reunión celebrada este jueves 30 de julio, en la sede del Ministerio, según informan desde la federación.

El motivo de esta petición es que FENACORE considera que los requisitos reflejados en el Reglamento sobre el Dominio Público Hidráulico son tan estrictos que resultan "casi imposibles de cumplir".

Del Campo ha indicado que habrá una próxima reunión el día 4 de agosto con la directora general del Agua, Liana Ardiles. En cuanto al encuentro con la ministra ha señalado que han expuesto que los niveles mínimos fijados para que los ríos estén en óptimo estado desde el punto de vista medioambiental resultan "más elevados de los necesario", lo que reduce "gratuitamente" los recursos para riego y hará incumplir de forma sistemática los caudales ecológicos.

FENACORE considera necesario ajustar a la realidad los requisitos exigidos, suavizando los supuestos de incumplimiento o recalculando los caudales ecológicos a través de un chequeo previo que adapte los recursos a las diferentes demandas y en el que intervengan los servicios de explotación de las diferentes Confederaciones Hidrográficas.

Además, denuncia que en España las reservas de agua se fijan mediante "criterios políticos en lugar de técnicos por ceder a las presiones e intereses localistas de las autonomías, lo que se ha traducido en concesiones por encima de los recursos disponibles".

Así, apunta que el Real Decreto debe contemplar que el reparto no sólo se realice teniendo en cuenta la disponibilidad de recursos, sino evitando que haya discriminación entre usuarios.

Los regantes han subrayado que no están en contra de los caudales ecológicos y que colaboran con comisiones de desembalses para atender las demandas ambientales, pero han destacado que dichos caudales deben fijarse sin perjudicar a unos usuarios en detrimento de otros.

"Ser tan extremistas nos va a llevar a convertirnos en los mayores incumplidores de Europa, llenando los juzgados de delitos ecológicos relacionados con las cuencas. Un río no es un grifo, se controla con mucha más dificultad porque hay muchas variables a tener en cuenta, entre ellas el uso ilegal del agua", ha añadido Andrés del Campo.

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