Castilla-La Mancha fue de las pocas comunidades autónomas que recuperó en 2022 el PIB previo a la pandemia, al registrar un aumento del 4,8 por ciento, aunque una posible recesión de la zona euro podría frenar este año el crecimiento de la región hasta el 1,1 %, tres décimas por debajo del incremento previsto para el PIB de España.
Así lo determina el último informe "Situación Castilla-La Mancha 2023 de BBVA Research", que ha presentado este martes en una rueda de prensa telemática el economista jefe de la entidad para España, Miguel Cardoso.
El estudio revisa al alza el crecimiento del PIB regional del año pasado hasta el 4,8 %, siete décimas menos que el registrado a nivel nacional e igual al registro de 2021, por lo que habría sido un 1,2 % superior al de 2019, lo que la sitúa como la primera comunidad que recupera el nivel de PIB prepandemia, junto con Galicia y Extremadura.
A su vez, Castilla-La Mancha y Aragón son las dos únicas comunidades que han logrado alcanzar el PIB per cápita de ese año.
Sin embargo, el informe estima que la economía castellano-manchega tuvo un comportamiento "menos dinámico" en la segunda parte del 2022, provocado principalmente por la inflación, la incertidumbre y el menor dinamismo del empleo, una tendencia que continuará al inicio del nuevo año.
La entrada en una posible crisis de la Eurozona y el impacto que pueda tener sobre la demanda interna el crecimiento de los tipos de interés son las causas que congelarán el avance del PIB en esta comunidad hasta el 1,1 % en 2023, una caída que se prevé "de corta duración".
De esta manera, el crecimiento será del 3,3 % para 2024, en línea con la media del conjunto de país, y la actividad "ganará tracción" con la llegada de los fondos europeos Next Generation y cuando se disipen las incertidumbres que afectan a las familias y empresas de Castilla-La Mancha.
31.200 NUEVOS PUESTOS DE TRABAJO HASTA 2024
De cumplirse estas previsiones, BBVA ha hecho hincapie en que Castilla-La Mancha creará 31.200 nuevos puestos de trabajo desde 2022 hasta 2024, así como reducirá la tasa de paro a niveles inferiores del 13 %.
Asimismo, los datos reflejan que el consumo de la región descendió "ligeramente" en el último trimestre del año, concretamente en aquellos sectores relacionados con el ocio y el turismo, mientras que el gasto con tarjetas extranjeras superó los datos de antes de la covid gracias al turismo rural.
Según ha explicado Cardoso, el impacto sobre la actividad ha sido menor que en otras comunidades porque la economía de Castilla-La Mancha no depende tanto del turismo.
Respecto a la industria, Castilla-La Mancha ha mantenido el ritmo de crecimiento del conjunto de España, apoyada en el dinamismo de los bienes de equipo y de la energía; mientras que los bienes de consumo e intermedios se muestran "más sensibles a la desaceleración" de la demanda europea y a la subida de los costes derivados a la guerra en Ucrania.
Por su parte, el sector inmobiliario de la comunidad registró una caída de las ventas en el último semestre del 2022, a pesar de la "fortaleza" de las operaciones de transacciones de segundas residencias, las que más crecieron durante los nueve primeros meses de 2022.
En cuanto al mercado laboral, la afiliación se contrajo a partir del tercer trimestre tras el fuerte dinamismo que observó tras la crisis sanitaria: Toledo, Guadalajara y las áreas no urbanas de la región sufrieron el mayor ajuste, mientras que las zonas urbanas de Albacete, Cuenca y Ciudad Real se mostraron más resistentes en la segunda parte de 2022.
DESACELERACIÓN E INCERTIDUMBRE EN 2023
El crecimiento de la economía estará vinculado a que se reduzcan las incertidumbres, como la resolución de los cuellos de botella que merman la actividad industrial, una posible prolongación de la sequía o el precio de la energía, la dilatación en el tiempo del conflicto bélico o un eventual confinamiento en China por el repunte de casos de coronavirus.
Aún así, la posición financiera de las empresas y las familias castellano-manchegas está "más saneada" para hacer frente a un entorno de "mayor volatilidad" gracias a un colchón de ahorro superior al que se disponía a inicios de 2008, lo que permitirá amortiguar la corrección en el consumo en los próximos trimestres.
Las dificultades para lograr un punto de inflexión tanto en la inflación general y la subyacente o la sostenibilidad de las cuentas públicas de la región (con un posible déficit que podría acabar en el 1,6 % del PIB regional), son otros de los desafíos que tendrá que encarar la economía autonómica este año.
"Si esta situación persiste durante un tiempo prolongado, podría incrementar las tensiones salariales, que podrían ser aún más intensas si la demanda de empleo asociada a los fondos europeos produce escasez de capital humano con la formación adecuada", observa BBVA Research en su informe.
Preguntado si las próximas elecciones pueden influir con estas previsiones económicas, Cardoso ha apuntado que hay cierta "incertidumbre" en términos de qué política económica puede implementarse en los próximos meses o años: "Por el momento, esta incertidumbre es bastante limitada. Creemos que es relativamente baja y debería tener un impacto limitado" en los próximos anuncios.
