El ministro de Agricultura, Miguel Arias Cañete, ha reconocido este miércoles que su opinión personal es contraria a la introducción de un nuevo gravamen sobre el vino, que sí se recoge en el informe que ha realizado el comité de expertos para la reforma fiscal, aunque reconoce que el Gobierno aún no ha debatido la postura oficial sobre este asunto.
Durante una interpelación en la sesión de control al Gobierno planteada por el PSOE para hacer balance de los dos años de dirección de Cañete en Agricultura, el ministro ha subrayado que las propuestas de reforma han sido planteadas por un grupo de "renombrados técnicos", para matizar a renglón seguido que las medidas incluidas en su informe son "su opinión" y que el Gobierno aún debe "tomar sus propias decisiones ponderando todos los factores económicos, sociales y coyunturales".
"¿Mi opinión cuál es? El impuesto del vino no me gusta, lo que defenderé en cualquier foro, porque tenemos que competir con países que no tienen (un gravamen de estas características) y porque el consumo en España se está reduciendo", ha señalado, insistiendo posteriormente en declaraciones a los medios en el pasillo de la Cámara en que ésta es su postura personal pero que el Ejecutivo aún no ha debatido siquiera las posibles medidas a incluir en la reforma fiscal.
Los módulos ayudan a los empresarios
Arias Cañete también cree que el sistema de módulos es beneficioso para los agricultores, porque les "facilita la vida", y se ha comprometido a "ser personalmente siempre defensor de este tema" pero también de la necesidad de incrementar la inspección en el ámbito rural para evitar fraudes.
"Pero yo no tengo todos los votos de nadie ni sé cuándo se va a tratar el tema. Mi posición es muy clara pero no me pidan imposibles", ha replicado al portavoz socialista de Agricultura, Alejandro Alonso, que le pedía un compromiso explícito y firme de que no permitirá que estas propuestas salgan adelante.
