Caja Rural Castilla-La Mancha ha realizado su primera emisión de cédulas hipotecarias de la historia con una operación de 500 millones de euros a un plazo de seis años.
Con esta operación la entidad da cumplimiento a otro de los puntos de su plan estratégico: acudir a los mercados internacionales y hacerse visible entre inversores extranjeros como "una entidad solvente, moderna y con clara proyección de futuro", ha informado la entidad en nota de prensa.
Cerca del 70% del dinero captado por la emisión proviene de otros países europeos. Éste será utilizado en el área geográfica de negocio de la entidad y se destinará a los diversos segmentos de clientes con los que se opera habitualmente.
La sede social de los inversores radica principalmente en Alemania, Austria, países nórdicos e Italia, y su tipología radica desde aseguradoras, entidades de depósito, gestores de activos e instituciones oficiales.
La rentabilidad final para el inversor es del 0,938% anual, en un momento de "intensas turbulencias económicas a nivel internacional". Con posterioridad a la emisión, Caja Rural Castilla-La Mancha consolidará un balance de cerca de los 6.300 millones de euros, lo que "hará que se afiance como una de las primeras cajas rurales a nivel nacional".
BUENA CALIFICACIÓN
En julio de 2015 fue calificada por la agencia Fitch con BBB con perspectiva estable, debido a su baja tasa de morosidad (3,39%), seis puntos por debajo de la media del sector, y su ratio de capital total del 13,42%.
De igual modo, la agencia Moody's calificó la emisión de Caja Rural Castilla-La Mancha con un rating Aa2 estable, destacando así "la buena calidad de la cartera hipotecaria que servirá de garantía de la emisión".