Caja Rural CLM cerró 2017 elevando su beneficio un 4,08% hasta los 26,5 millones

La entidad fija su Asamblea General Ordinaria para el próximo día 20 de abril; y asegura sobre el impuesto a la banca que propone el PSOE: "que se lo cobren a las entidades que han recibido ayudas"

El presidente de Caja Rural Castilla-La Mancha, Javier López Martín, y el director general de la entidad financiera, Víctor Manuel Martín López, han presentado los resultados de la entidad
photo_camera El presidente de Caja Rural Castilla-La Mancha, Javier López Martín, y el director general de la entidad financiera, Víctor Manuel Martín López, han presentado los resultados de la entidad

Caja Rural Castilla-La Mancha alcanzó en 2017 un beneficio antes de impuestos de 26,5 millones de euros, lo que supone un 4,08% más que en el ejercicio anterior, según ha asegurado este martes el director general de la entidad, Víctor Manuel Martín.

En la rueda de prensa para dar a conocer los resultados del ejercicio 2017 de la Caja, junto al presidente de la misma, Javier López, Martín ha indicado que la entidad creció en 2017 un 3,87%, hasta alcanzar los 7.377 millones de euros, lo que supone 287 millones más y la ha situado como la tercera caja rural del país.

Ambos responsables han resaltado que 2017 ha sido un ejercicio muy satisfactorio para la entidad a pesar del "difícil contexto", debido a las tasas negativas en los tipos de interés, que han estrechado los márgenes del sector.

El director general ha afirmado que la evolución del año en Caja Rural Castilla-La Mancha ha venido marcada por la mejora en los ingresos recurrentes y la optimización de costes de explotación, lo que ha generado significativas ganancias en eficiencia, cuyo indicador ha evolucionado hasta el 59,40%.

Los ingresos recurrentes activaron la generación del margen bruto hasta una cifra récord de 115,5 millones de euros, con una variación anual respecto al ejercicio 2016 del 3,1%, destacando en el mismo el margen de intereses, que supuso 87 millones de euros, y las comisiones netas, por importe de 31 millones de euros, con una evolución positiva del 12,25% en esta última partida. El margen neto cerró en 46,9 millones: un 5,7% más que 2016.

En lo que hace referencia a los indicadores de riesgo crediticio, el ratio de morosidad de la entidad mejoró hasta el 2,80% frente al 3,16% del ejercicio anterior (la media del sector fue del 7,79% a 31 de diciembre de 2017), consolidándose la institución como una referencia nacional de las mejores prácticas sectoriales en gestión del riesgo de crédito.

Por otra parte, la cobertura de los saldos dudosos se amplió hasta el 109,45% con un incremento anual de 8,65 puntos porcentuales. Mención especial también representa el coste del riesgo asociado a la cartera crediticia de la Entidad, que ascendió al 0,29%, cuando la media del sector bancario es del 1,09% (dato anualizado a 30 de septiembre de 2017).

MEJORA DEL RATIO DE CAPITAL TOTAL

En lo que a solvencia se refiere, Caja Rural Castilla-La Mancha ha continuado "fortaleciendo" sus ratios de capital durante el ejercicio 2017. El cierre de año registra unos ratios de capital total del 18,03% y un ratio de CET1 del 17,01%. Ambos indicadores reflejan una mejora superior a los 100 puntos básicos en el ejercicio 2017, periodo en el cual se han generado más de 42 millones de euros de capital mediante crecimiento orgánico.

En este sentido, ha destacado que como consecuencia de los requerimientos sectoriales de Banco de España, el ratio CET1 para la entidad para el ejercicio 2018, de acuerdo a su perfil de riesgo, ha sido del 7,905%, cumpliendo por tanto con un margen de más de dos veces dichas exigencias, "una de las entidades financieras más solventes del país".

Caja Rural Castilla-La Mancha se encuentra participando, al igual que el resto de entidades, a "plena velocidad" en el proceso de digitalización de parte de su clientela, lo que, unido adicionalmente a la robusta disciplina en costes, contribuye a generar altas dosis de eficiencia en la utilización de los recursos ejercicio tras ejercicio.

De este modo, durante el ejercicio 2017, los más de 200.000 clientes de banca digital realizaron 68 millones de transacciones, lo que representa unas tasas de crecimiento anuales superiores al 46%.

La estructura de servicios de la entidad durante el año 2017 ha experimentado una evolución positiva de 8 oficinas hasta alcanzar las 381, fortaleciendo su presencia tanto en los territorios tradicionales como en las comunidades autónomas de Valencia y Madrid, desde donde cualquiera de los 1.035 profesionales del Grupo Económico Caja Rural Castilla-La Mancha (23 nuevos profesionales fueron contratados por la Entidad) atienden a los más de 412.000 clientes (incremento de más de 12.000 durante 2017), con los que la Entidad tiene establecidas relaciones comerciales al cierre del ejercicio.

INVERSIÓN CREDITICIA Y OPERACIONES

Por su parte, la inversión crediticia ascendió a 3.373 millones de euros, experimentando una variación anual del 5,83%, versus una caída del sector del 2,49%, habiéndose concedido en el ejercicio pasado 16.922 operaciones por un importe total de 942 millones de euros.

Por otro lado, la importante liquidez disponible de la entidad, cuantificada en 1.324 millones de euros al finalizar el año, tiene su base fundamental en la cifra de recursos gestionados de clientes, que registró un saldo de 5.292 millones de euros, un 5,7% de incremento, con una evolución positiva de 286 millones de euros.

Estos resultados cumplen "sobradamente" los objetivos fijados por la entidad para todo el ejercicio 2017 y, por tanto, anticipan una previsible continuidad en exigentes retornos que, tanto la sociedad como los más de 79.500 socios, esperan obtener de la misma, una vez celebrada su Asamblea General Ordinaria, fijada para el próximo 20 de abril.

LOS DOS PUNTALES DEL CRECIMIENTO

A preguntas de los medios ha concretado que los dos principales puntales del crecimiento de Caja Rural Castilla-La Mancha el pasado año han sido el aumento del crédito empresarial, no solo a corto plazo sino también a medio y largo plazo; y un repunte de las hipotecas al "batir un récord en 2017, incluso por encima del 'boom'".

Preguntado por futuras inversiones por parte de la entidad, el director general ha indicado que sobre compras o fusiones "no hay planes de futuro y que está más centrada en el crecimiento orgánico centrada en el Levante, con un despliegue "grande" en Valencia y Alicante debido a que los indicadores "son buenos" y que anticipan un gran futuro para Caja Rural.

Sobre si la crisis catalana ha tenido consecuencias para Caja Rural, Víctor Manuel Martín ha señalado que aunque "es un elemento de preocupación general y el movimiento en las entidades financieras catalanas ha repercutido en el resto de entidades, no ha tenido "un impacto muy grande" para la Caja.

LABOR SOCIAL

De su lado, el presidente de Caja Rural Castilla-La Mancha ha destacado que la "excelente situación financiera" de la entidad queda también reflejada en su "importante vertiente social", desarrollada por la Fundación Caja Rural Castilla-La Mancha.

En 2017, la Fundación tuvo un total de 13.549 beneficiarios en programas dirigidos a entidades y personas del ámbito de la discapacidad, lucha contra la pobreza y la exclusión social, programas culturales y de ciencias, fomento del talento y el empleo e impulso del emprendimiento.

López ha hecho especial hincapié en la "fuerte" apuesta y el compromiso histórico de Caja Rural Castilla-La Mancha con el sector agrario y cooperativo, que forman parte de su AND, y ha destacado que un total de 305 cooperativas agrarias trabajan con Caja Rural Castilla-La Mancha: 24 en Albacete, 36 en Ciudad Real, 29 en Cuenca, 5 en Guadalajara, 172 en Toledo, 15 en Ávila y 24 en Madrid.

De la misma manera, ha subrayado que "esta entidad lleva más de 53 años al lado de las cooperativas agrarias, de nuestros agricultores y ganaderos, dando un servicio de primerísima calidad, asesoramiento a sus profesionales y, en definitiva, un trato directo y personalizado a un sector que es fundamental tanto para la Caja como para la región".

SOBRE EL IMPUESTO A LA BANCA DEL PSOE

Por otra parte, el director general de Caja Rural Castilla-La Mancha se ha pronunciado sobre el impuesto extraordinario a la banca que propone el PSOE para pagar las pensiones, para decir "que se lo cobren a las entidades que han recibido ayudas".

"Que yo recuerde mi entidad no ha recibido ayudas públicas", ha indicado a preguntas de los medios Víctor Manuel Martín, en la que ha añadido que Caja Rural Castilla-La Mancha es una cooperativa de crédito que tiene sus socios y que genera una economía social. "Si hay que cobrar un impuesto a los bancos, por qué se lo tiene que cobrara mi entidad o cualquier otra que no ha recibido dinero público", ha reiterado.

En este sentido, ha indicado que "las cosas" no se generan por poner más impuestos sino "con más libertad económica" ha señalado, pese a que ha indicado que no es de tesis liberales o progresistas. "Me parece bien la propuesta pero que el impuesto se lo cobren a las entidades que han recibido ayudas públicas", ha vuelto a decir.

Bajo su punto de vista, en Caja Rural ha pasado lo contrario, ya que ha tenido que poner. "Para eso hay fondos de garantías de depósito y hemos tenido que hacer derramas, que nos han costado decenas de millones de euros para rescatar entre todos el sector financiero y luego pagar determinados sistemas de protección para que a otros les absorbieran".

Con todo, ha afirmado que no puede compartir la idea del PSOE y que hay que trabajar en otras facetas como el absentismo laboral. "Es importante que generemos ingresos, no por impuestos. Incluso actualmente podrían ser más laxos los impuestos para genera más actividad económica en las empresas y mayor renta disponible en las familias", ha agregado.

Un impuesto propuesto por el PSOE, del que ha dicho que se supone que iba a cubrir aproximadamente un 10 por ciento del déficit que hay en las pensiones. "Creo que eso no es sostenible ¿y el resto de dónde?, esa es la pregunta que hay que hacerse", ha agregado.

"El problema es que aquí hay una reflexión de largo plazo que a lo mejor muchos no quieren hacer porque el problema de las pensiones viene de largo y hay que plantear políticas estructurales y no coyunturales de cuatro años y hablar de otro debate como la despoblación en el mundo rural o la baja natalidad que hay en el país", ha concluido.

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