Bruselas rebaja una décima su previsión de crecimiento para España en 2018, hasta el 2,8%

Las principales razones que expone Bruselas para explicar este recorte son el entorno global "menos favorable", que resulta en una menor contribución de las exportaciones al crecimiento, y un crecimiento del precio del petróleo superior a lo esperado

La Comisión Europea ha recortado dos décimas sus previsiones de crecimiento en 2018 tanto para la eurozona como para la Unión Europea en su conjunto, hasta el 2,1% en ambos casos, debido a la "moderación" registrada en el primer semestre por factores como las "tensiones" comerciales, la incertidumbre política en algunos países y el crecimiento del precio del petróleo.

Para 2019, Bruselas calcula que el crecimiento tanto de la UE como de la zona euro será del 2%, la misma previsión que el Ejecutivo comunitario ya estimaba en mayo.

"La moderación en las tasas de crecimiento es parcialmente el resultado de factores temporales, pero las tensiones comerciales crecientes, los mayores precios del petróleo y la incertidumbre política en algunos Estados miembros puede haber jugado también un papel", ha explicado la Comisión Europea en un comunicado.

En cualquier caso, Bruselas considera que el crecimiento puede ganar fuerza en la segunda mitad del año gracias a unas mejora de las condiciones laborales, la reducción de la deuda de los hogares, el indicador de confianza de los consumidores y el mantenimiento de la política monetaria actual del Banco Central Europeo (BCE).

El comisario de Asuntos Económicos y Monetarias, Pierre Moscovici, ha explicado que "hasta ahora" las decisiones "proteccionistas" iniciadas por el presidente de Estados Unidos Donald Trump, han tenido efectos "limitados" y no han "dañado" en gran medida la economía europea.

"No obstante, somos cuidadosos ante una posible escalada que obviamente causaría más daño", ha expresado el francés, para después afirmar que la la economía comunitaria sigue siendo "sólida" pero prefiere no "subestimar" los riesgos a la baja.

De hecho, Bruselas indica que en sus previsiones ha asumido que no habrá una escalada en las tensiones comerciales, pero advierte de que si se materializa "podría afectar negativamente al comercio y la inversión y reducir el bienestar en todos los países involucrados".

A juicio del Ejecutivo comunitario, otro riesgo a la baja para la economía europea es la potencial volatilidad de los mercados financieros vinculada a ciertos riesgos geopolíticos.

IRLANDA Y MALTA, LAS ECONOMÍAS EUROPEAS QUE MÁS CRECEN

Entre todos los socios europeos, Irlanda (+5,6%) y Malta (+5,4%) registran las proecciones más elevadas, seguidos de Polonia (4,6%), Eslovenia (4,4%), Rumanía (4,1%), Hungría (4%), Eslovaquia (3,9%), Bulgaria (3,8%) y Chipre (3,6%).

La proyección para Luxemburgo y Estonia es de un incremento del 3,5%, por delante de Lituania (3,1%) y República Checa (3%). Después se sitúan España, Países Bajos, Austria y Finlandia (todos con un 2,8%), Croacia (2,6%), Suecia (2,4%) y Portugal (2,2%).

Por debajo de la media comunitaria se encuentran Grecia y Alemania (1,9%), Francia y Bélgica (1,7%), Dinamarca (1,6%) e Italia y Reino Unido (1,3%).

RESPETAR COMPROMISOS SOBRE EL DÉFICIT

Por otra parte, el comisario de Asuntos Económicos y Monetarios, Pierre Moscovici, ha instado este jueves al Gobierno de España a respetar los compromisos asumidos en materia de reducción de déficit público, que establecen que España debe situar el desvío este año en el 2,2% y hacer un esfuerzo estructural de unos 7.000 millones de euros en 2019.

"Los compromisos deben ser respetados y no son desfavorables a España", ha expresado el socialdemócrata francés en una rueda de prensa tras ser preguntado por la reunión que mantendrá este mismo jueves con la ministra española.

"Mi encuentro será sobre el modo en el que el nuevo Gobierno se enfrenta a sus proyectos. Estamos en una discusión entre el ministro de Economía de un país importante y el comisario", se ha limitado a explicar Moscovici sobre el encuentro.

Según la senda de reducción del déficit pactada con la UE, España debe reducir al 2,2% el desvío de las administraciones públicas al término de este año, pero el esfuerzo más importante llegará en 2019, cuando Bruselas exigirá un ajuste del déficit estructural equivalente al 0,65% del PIB, que se corresponde con recortes o subidas de impuestos de entre 7.000 y 7.500 millones de euros.

En cualquier caso, Moscovici ha resaltado que el crecimiento de España "sigue siendo robusto" tanto en 2018 como en 2019 y ha destacado que, entre los grandes países de la eurozona, la situación es "la mejor".

Este mismo jueves, el Ejecutivo comunitario ha rebajado una décima, hasta el 2,8%, su previsión de crecimiento del PIB español este año y ha mantenido en el 2,4% su estimación para 2019.

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