El pleno de las Cortes de Castilla-La Mancha ha aprobado con los votos a favor del PP y el rechazo del PSOE la ley de acompañamiento al presupuesto de 2014, que aumenta el control a las subvenciones y equipara la incapacidad temporal de los empleados de la Junta con los de la Administración central.
La mayoría del PP ha rechazado, sin embargo, las 99 enmiendas que el grupo socialista mantenía vivas para el debate, ya que -según el consejero de Hacienda, Arturo Romaní- son propuestas "populistas" que "no aportan nada nuevo, nada útil, nada productivo".
La ley de acompañamiento a los presupuestos de la Junta para 2014 aumenta el control del gasto público a la hora de conceder subvenciones y recoge la obligatoriedad de aprobar el gasto antes de convocar estas ayudas, evitando que se concedan sin crédito disponible.
El texto incorpora, además, la equiparación de la incapacidad temporal de los empleados públicos de la Junta con los de la Administración central tras una enmienda parcial presentada por el PP atendiendo a una propuesta de la presidenta regional, María Dolores de Cospedal, que fue aprobada en Comisión.
De este modo, los empleados públicos de baja por embarazo, hospitalización o tratamiento quirúrgico, cáncer o enfermedad grave, además de aquellos que se encuentren de baja por motivos profesionales, percibirán el cien por cien de sus retribuciones.
En el resto de los casos, recibirán un complemento del 50% de su salario durante los tres primeros días, mientras que desde el cuarto día y hasta el vigésimo el complemento será del 75 % de la retribución.
El consejero de Hacienda ha destacado que la ley recoge "medidas importantes" y ha acusado a los socialistas de ser "un peligro continuo", porque "han sido un peligro en el gobierno y son ahora un peligro en la oposición".
Además, ha advertido de que la austeridad "no es una opción" en aquellas administraciones públicas, como estados o comunidades autónomas que tienen un nivel de deuda muy elevado, como es el caso de Castilla-La Mancha en la actualidad.
El debate sobre la ley de acompañamiento, en el que se han visto las enmiendas socialistas divididas en siete bloques, se ha extendido durante cuatro horas en las que seis parlamentarios del PP y seis del PSOE han enfrentado sus políticas económicas.
El diputado socialista José Molina ha defendido las enmiendas de su grupo en las que proponían, entre otros asuntos, la creación de un fondo de acción social para favorecer el empleo y la protección de desempleados, la creación de un nuevo tramo en el IRPF para las rentas de más de 80.000 euros o la subida del impuesto de patrimonio.
Molina ha acusado al consejero de Hacienda, Arturo Romaní, de ser el "responsable del destrozo económico" de Castilla-La Mancha, que ha traído, a su juicio, "más paro, más deuda, más pobreza y menos servicios públicos" en la región.
"Usted y sus políticas son el peligro. Usted es el consejero catástrofe", ha espetado Molina a Romaní, después de que el consejero haya hecho alusión en su intervención a los últimos pronósticos de Nouriel Roubini, el economista que predijo la crisis apodado "Doctor Catástrofe".
El diputado del PP José Manuel Tortosa, por su parte, ha dicho al PSOE que "sus enmiendas no sirven para nada" y "ponen de manifiesto la carencia de ideas" del grupo socialista porque "son siempre las mismas".
Las ideas del PSOE, ha continuado el diputado popular, "proponen volver a sus políticas fracasadas de la historia reciente de Castilla-La Mancha" y demuestran que "los problemas de los castellanomanchegos le traen al fresco al PSOE".
"Ustedes pretenden siempre recurrir a ese discurso catastrofista de que todo va mal y de que los problemas que persisten en la economía de Castilla-La Mancha son fruto de las medidas del actual Gobierno, pero ustedes son los culpables de cómo dejaron los servicios sociales", ha denunciado Tortosa.
