La Asociación de Jóvenes Agricultores (Asaja) de Castilla-La Mancha ha pedido este jueves "más rigor y concreción" en la futura Ley de la Viña y el Vino de la región.
En un comunicado, la organización agraria ha calificado el borrador de la ley como "un documento base que requiere de más firmeza para reorganizar el sector vitivinícola e impedir que se produzcan fraudes y prácticas irregulares".
Así se lo ha trasladado Asaja a la Consejería de Agricultura, Agua y Desarrollo Rural tras analizar dicho borrador, a la que también ha remitido una "batería de observaciones", que ha confiado sean tenidas en cuenta para evitar, entre otras cuestiones, que "el productor sea siempre el que pague las consecuencias de los problemas del conjunto del sector".
En este sentido, ha pedido "más determinación" a la hora de hablar de cualquier tipo de control en el sector, desde evitar que entre en el circuito de comercialización vino elaborado con subproductos o alcoholes de origen no vínico hasta vigilar los movimientos de las producciones entre las diferentes comunidades autónomas.
Asimismo, ha señalado que el control debe extenderse a todas las producciones, amparadas o no en figuras de calidad, en las certificadoras y en las bodegas y cooperativas fundamentalmente, en lo que se refiere a las declaraciones de cosecha y la entrada de uva, de manera que se cumplan protocolos de trazabilidad en todos los procesos de producción, elaboración y comercialización.
De hecho, ha apuntado que la propia ley contempla una figura para velar por el cumplimiento de la misma y que "debe tener la capacidad y agilidad suficiente para poner en marcha unas u otras medidas en función de las condiciones o coyunturas de cada campaña".
De igual forma, Asaja ha hecho hincapié en la necesidad de "endurecer" el régimen sancionador y acelerar la aplicación de las sanciones con el objetivo de evitar prácticas irregulares o la reiteración del fraude por parte de algunos operadores del sector, y que las sanciones vayan acompañadas del cierre de instalaciones para que las empresas no puedan cambiar de nombre y seguir cometiendo fraudes.
Por otro lado, en relación al capítulo de mecanismos de regulación y cadena agroalimentaria, la organización agraria ha criticado que no está desarrollado de manera suficiente, ya que desde hace años los viticultores de la región no llegan a cubrir los costes de producción, mientras que el resto de los agentes obtienen beneficios todas las campañas.
Este desequilibrio, ha explicado, debe ser considerado en la normativa pues fortalecer las estructuras del mercado del vino pasa, según Asaja, por garantizar al productor sus costes de producción independientemente de dónde entregue su uva.
Por todo ello, ha aseverado que "Castilla-La Mancha necesita una ley no solo para reunir las normativas existentes o plantear los problemas del sector vitivinícola, sino también para dar las soluciones y enfrentarse a los retos de futuro, adaptándose a las nuevas tendencias de mercado y a los estándares marcados por el propio consumidor".
