La Unión de Pequeños Agricultores (UPA) de Castilla-La Mancha considera "fundamental" la aprobación de la modificación de la ley de la Cadena Alimentaria, que ahora inicia su trámite parlamentario, y confía en que la tramitación sea "ágil" y entre pronto en vigor porque "no podemos seguir aguantando ésta injusticia histórica".
En un comunicado de prensa remitido este jueves, UPA ha celebrado la aprobación, esta semana, en el Consejo de Ministros del proyecto de reforma de la Ley de la Cadena Alimentaria, cuyo objetivo es mejorar la posición de los agricultores y ganaderos y adaptar a la legislación española la directiva europea.
A juicio de UPA, la modificación de la ley de la Cadena Alimentaria "pone negro sobre blanco, de manera clara e indiscutible, las condiciones para que agricultores y ganaderos de explotaciones familiares obtengan un precio justo por su trabajo, un precio siempre por encima de los costes de producción".
Una vez en vigor, será obligatorio tener en cuenta el coste de producción de cada eslabón de la cadena, "para que no sean los agricultores y ganaderos quienes paguen siempre, quienes salgan perjudicados", y el Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación marcará unos mínimos de referencia.
Además de los precios justos, esta organización agraria exige disponer de un contrato por escrito así como el pago a 30 días en productos frescos y a 60 días en los no perecederos.
En UPA llevamos años pidiendo precios justos, se ha acabado que el eslabón más débil de la cadena se quede con las migajas", ha señalado la organización en la nota de prensa, en la que también considera que con esta norma se conseguirá un reparto más justo y equitativo.
Por otra parte, la UPA entiende "prioritario" el elemento sancionador y ha explicado que "las sanciones podrían alcanzar hasta el millón de euros para los reincidentes.".
En su opinión, "se acabó destruir el valor de nuestros productos como si no tuvieran importancia, como si fueran un simple reclamo para vender otras cosas del súper" y ha resumido: "se trata, en conclusión, de que podamos vivir de nuestro trabajo y de algo tan sencillo que provoca rubor recordarlo: que se nos pague un precio justo y razonable por nuestro trabajo".
