El acuerdo entre EEUU y la UE acaba con los aranceles al vino y al aceite de oliva español

- La UE y EEUU logran un acuerdo para poner fin a la disputa de dos décadas por subsidios a Boeing y Airbus.

- Suspenden los aranceles durante un periodo de 5 años y fijan una hoja de ruta para reforzarse frente a China.

La UE y EEUU logran un acuerdo para poner fin a la disputa de dos décadas por subsidios a Boeing y Airbus
photo_camera La UE y EEUU logran un acuerdo para poner fin a la disputa de dos décadas por subsidios a Boeing y Airbus

El acuerdo comercial alcanzado Estados Unidos (EE.UU.) y la Unión Europea (UE) que pone fin a la disputa entre Boeing y Airbus ha acabado también con los aranceles que encarecían productos como el vino o el aceite de oliva español, que se vieron gravados durante un año y medio con un 25 % adicional.

Según han confirmado fuentes comunitarias, EE.UU. y la UE han pactado acabar con estas tarifas, que gravaron las exportaciones agrícolas por valor de unos 1.000 millones de euros, según estimó la secretaria de Estado de Comercio en funciones, Xiana Méndez. Y es que los aranceles por la guerra comercial trascendían a la aviación civil, afectando también a productos alimenticios como el queso, el aceite, el vino o la aceituna.

Según la ministra de Industria, Comercio y Turismo, Reyes Maroto, se trata de "un buen resultado" para la Unión Europea y para España. "Los conflictos comerciales perjudican tanto a productores como a consumidores, por lo que ésta es una noticia por la que debemos felicitarnos”, ha señalado este martes en su cuenta de Twitter.

El primer paso para rebajar las tensiones se dio el pasado marzo, cuando las dos partes acordaron suspender los aranceles impuestos tanto al sector aeroespacial como a otras producciones durante un periodo de cuatro meses, con el objetivo de facilitar la negociación.

En octubre de 2019 ambas administraciones se impusieron aranceles recíprocos como represalia por el conflicto comercial entre Airbus y Boeing que venían manteniendo en la Organización Mundial del Comercio (OMC), y que llevó a la UE a aplicar aranceles por valor de 4.000 millones de dólares (3.360 millones de euros) tras las subvenciones ilegales recibidas por el fabricante de aviones estadounidense. Los aranceles que aplicaba Estados Unidos a las exportaciones europeas suponían un incremento del 10 % para los productos de la industria aeronáutica y del 25 % para los agroalimentarios, para un total de 7.500 millones de dólares.

Entre los productos más afectados para la industria agroalimentaria española estaban el aceite de oliva, los vinos, las aceitunas y los lácteos, pero también productos porcinos y frutos como los melocotones, las peras y los cítricos, muy valorados en el mercado estadounidense, pero que el aumento de tasas les ha perjudicado.  Para evitar que el incremento del 25 % repercutiera en el precio final, productores, importadores y distribuidores asumieron el coste, lo que se unió a las dificultades de un año marcado por la pandemia.

En el caso del aceite con origen España, era el único afectado por la subida de aranceles, por lo que muchos productores optaron en este período por envasar aceite de otros países para sortear el obstáculo y no perder cuota de mercado. Aunque la solución fue relativa, ya que los aceiteros españoles no pudieron vender producto a terceros países que lo envasaban con destino a Estados Unidos.

En 2018, el ejercicio previo a la subida de aranceles, España exportó a Estados Unidos unos 400 millones de euros en vino, 300 millones en aceite, 180 millones en aceitunas y 87 millones en productos lácteos.

FIN A UNA DISPUTA DE DOS DÉCADAS

La Unión Europea y Estados Unidos han logrado un acuerdo para poner fin a casi dos décadas de disputa por los respectivos subsidios a Airbus y Boeing, una tensión comercial que había derivado en una batalla arancelaria por la que exportaciones claves de cada bloque quedaron gravadas con miles de millones de euros.

Bruselas y Washington ya acordaron el pasado marzo suspender durante cuatro meses los aranceles en vigor para dar espacio a la negociación y ahora han decidido prorrogar esta tregua durante otros cinco años, un tiempo que "debería ser suficiente para construir la confianza" necesaria para superar las diferencias de fondo, según ha dicho el vicepresidente de la Comisión Europea responsable de Comercio, Valdis Dombrovkis.

"Mientras peleábamos otros aprovecharon la oportunidad para relanzar sus industrias sin que nos diéramos cuenta de ello", ha añadido la responsable de Comercio en el Gobierno estadounidense, Katherine Tai, en una rueda de prensa en Bruselas junto a Dombrovkis.

Por eso, entre las claves del pacto anunciado este martes figura cooperar para hacer frente común contra las prácticas desleales de otras industrias fuertemente subvencionadas, como la china, y para asegurar una competencia en igualdad de condiciones en el sector de la aviación civil.

Además, se comprometen a no financiar el I+D o conceder otros apoyos a sus propias industrias (Airbus y Boeing) si pueden dañar al otro lado y a garantizar procesos "abiertos y transparentes" en la concesión de ayudas al sector. Las ayudas a los grandes fabricantes de la aeronáutica deberán producirse en condiciones de mercado, según los términos del acuerdo.

Ambos han cerrado el acuerdo coincidiendo con la celebración de la primera cumbre en años entre la UE y Estados Unidos, que ha reunido durante dos horas en la capital europea al presidente de Estados Unidos, Joe Biden, con la jefa del Ejecutivo comunitario, Ursula von der Leyen, y con el presidente del Consejo europeo, Charles Michel.

"La reunión de hoy arranca con un gran avance en aeronáutica. Se abre un nuevo capítulo en nuestras relaciones porque pasamos de pelear a cooperar en materia de aeronaves, tras 17 años de disputa", ha celebrado Von der Leyen en una declaración distribuida por su equipo.

También Biden ha aplaudido el acuerdo no solo porque considera que garantiza una competencia "en igualdad de condiciones" para europeos y estadounidenses, sino porque será el marco para "contrarrestar" las prácticas desleales de China que dan una "desventaja injusta" a sus empresas en el sector aeronáutico.

El primero en gravar las exportaciones del otro fue Estados Unidos, cuando el entonces presidente Donald Trump anunció aranceles por valor de 7.500 millones de dólares (unos 6.100 millones de euros) con el aval de la OMC, una medida que afectó especialmente a Francia, Alemania y España. La UE respondió el año pasado imponiendo tarifas a productos estadounidenses por valor de 4.000 millones de dólares (cerca de 3.300 millones de euros).

La suspensión de estos gravámenes debería dar tiempo suficiente para lograr una solución a largo plazo, si bien Washington ha dejado claro a través de su representante de Comercio que respetará la tregua "mientras el apoyo de la UE a Airbus sea coherente con los términos del acuerdo", pero que dará marcha atrás si considera que se altera de nuevo la competencia.

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