Magna Navarra y Barcelona acompañarán a Jaén y Burela en las semifinales

Con un rictus de asombro todavía en la cara, tras los sorprendentes resultados del jueves, dio comienzo la segunda jornada de la Copa de España de Fútbol Sala, con los partidos del Magna Navarra  y FC Barcelona

Magna Navarra y Barcelona acompañarán a Jaén y Burela en las semifinales de la Copa de España de Fútbol Sala
photo_camera Magna Navarra y Barcelona acompañarán a Jaén y Burela en las semifinales de la Copa de España de Fútbol Sala

Con un rictus de asombro todavía en la cara, tras los sorprendentes resultados de ayer, dio comienzo la segunda jornada de la Copa de España de Fútbol Sala, con los partidos Magna Navarra – Palma Futsal a las 19,00 horas y FC Barcelona – Aspil Vidal Ribera Navarra, a las 21,15.

MAGNA NAVARRA 2 (Víctor Arévalo 6’ y Carlitos 20’) – PALMA FUTSAL 1 (Bruno Taffy 9’)

FC BARCELONA 4 (Wilde 4’, 9’ y 33’, Bateria 13’)– ASPIL VIDAL RIBERA NAVARRA 0

Poco fútbol en el partido que abría la jornada. Aun cuando Magna Navarra llevó la iniciativa del juego, algo que no asegura la victoria, tal y como se encargó de demostrar ayer Burela, el partido no se decantaba de ningún lado. El interés solo se ponía de manifiesto en los robos de balón que propiciaban rápidos contragolpes. Es en ese tipo de jugadas, con superioridad numérica, donde únicamente se atisbaba la posibilidad de convertir algún gol. En las jugadas elaboradas, las férreas defensas podían con los ataques.

Pero en el minuto 6 Magna Navarra rompió la igualdad, en una de las escasas jugadas trenzadas con profundidad. El balón le llegó a Dani Saldise que dibujó un perfecto pase a Víctor Arévalo que no desaprovechó. El gol no cambió nada. Mucha dificultad para encontrar espacios en los últimos metros. Mucho mérito tuvo, por ello, el gol de la igualada para el Palma Futsal, ya que, esas eficaces defensas, obligaron a David a filtrar un pase inconmensurable que recogió Bruno Taffy dentro del área y, con una perfecta maniobra, se deshizo de su defensor para dejarse el balón inmejorable para el gol. Con el empate a uno los dos equipos esperaron un desliz de su oponente sabedores de su importancia de cara al resultado final del partido.

Pocas oportunidades en el resto del encuentro con ese patrón de juego. Ni siquiera los cambios tácticos, con defensas en toda o en media cancha, principalmente practicados por Magna Navarra, desequilibraban la contienda. Los dos equipos evitaban riesgos y ello provocaba que las ocasiones brillaran por su ausencia. Solamente los asumió Magna Navarra, en los últimos minutos, al poner en cancha al portero-jugador. Aun así, los ataques se hacían demasiado previsibles, quizás justificado por el buen orden defensivo de Palma Futsal. Pero esa asunción es lo que diferencia a unos equipos de otros y cuando parecía todo destinado a los penaltis, a falta de escasos tres segundos, llegó la mejor jugada del encuentro; un tiralíneas perfectamente trazado por Magna Navarro, aprovechando su superioridad numérica con el portero, para hacer llegar el balón al borde del área donde Carlitos imprimía un trallazo que se introducía inexorablemente en la puerta defendida por el Palma Futsal. El gol dejó helada a la afición balear. Una vez más la balanza se inclina en los últimos instantes. En este caso se decantó por quien más lo intentó.

Bonito colorido el que protagonizaron los seguidores de Aspil Vidal Ribera Navarra en el segundo partido de la jornada. La peña del club, ataviados con vestimenta y pelucas naranjas, dieron la nota predominante en los prolegómenos del encuentro, animando a su equipo.

En la dirección del partido los dos colegiados castellano manchegos, Molina Tapiador y Martínez Segovia, serían los responsables de impartir justicia, dándole protagonismo a la comunidad anfitriona.

Salieron los dos equipos a por el partido, ejeciendo una presión en toda la pista, aunque con un Barcelona más acertado en este aspecto. Las sinergias del equipo catalán surtían efecto y si a eso le añadimos las grandes individualidades que tiene en sus filas, el resultado es demoledor. El gol llegaría por sí solo. Lo hizo en el minuto 4, en una acción de Wilde, encomiable su trabajo, que se va de su marcador por banda derecha y lanza potente, escorado, anotando el primer gol del encuentro, en una desgraciada acción del portero navarro. Tuvo Ribera Navarra la oportunidad de igualar la contienda de haber aprovechado la pena máxima con la que fue penalizado el FC Barcelona. Lanzó Andresito pero paró Sedano. Y ahí se acabó su bagaje. El Barcelona siguió a lo suyo y los goles fueron cayendo poco a poco. En el minuto 9 otra vez Wilde finalizaría con tranquilidad y maestría una gran jugada azulgrana. Y en el 13’, Batería lograría el gol del campeonato hasta el momento, en una jugada individual que acredita la enorme calidad del jugador brasileño.

En la segunda mitad Ribera Navarra arriesgó desde el inicio, sacando el cinco en pista e intentando reducir pronto distancias para meterse en el partido. Pero no se arrugó el FC Barcelona y mantuvo a raya a su rival, con una presión asfixiante y una intensidad que impedía hacer su juego al equipo tudelano. Y cejaron en su empeño los navarros, quizás expuestos a una afrenta mayor, de ahí que volvieran a su sistema inicial.

Volvió a la carga Ribera con el portero-jugador en el minuto 29 ,atrincherando en su área al Barcelona. Llegó con aviesas intenciones a la portería contraria en varias ocasiones pero se encontró siempre con el portero Sedano, abortando cualquier atisbo de reacción. Por el contrario sería en el área contraria donde llegaría el cuarto gol, el tercero en su cuenta particular de Wilde, tras un rápido contraataque. Faltaban siete minutos para el final y el partido estaba sentenciado. Ya no se movió el marcador. El Barcelona aprendió la lección impartida por Burela y Jaén en la jornada anterior y no se relajó en ningún momento, haciendo buenas las previsiones que le daban como favorito. Mañana se medirá al otro vencedor de hoy, el Magna Navarra, en semifinales.

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