Vicente Cuesta, entrenador en categoría juvenil del talaverano José Arnáiz, que se ha convertido en futbolista revelación del FC Barcelona B, afirma que era "descarado" al atreverse con cualquier cosa y le augura un "buen futuro" en su camino hacia lo más alto del deporte rey.
Cuesta, que entrenó a Arnáiz cuando jugaba en categoría juvenil en la Unión Deportiva (UD) Talavera, ha asegurado en una entrevista a Efe que, al igual que ahora, el futbolista tenía carácter: "No se cortaba y no se arrugaba ante nadie", recuerda.
"Era un jugador distinto, descarado, que se atrevía con cualquier cosa y te resolvía un partido en un momento", destaca el que fuera su entrenador con 17 y 18 años en Talavera de la Reina, su ciudad natal, antes de que lo fichara el Valladolid.
Cuesta define a Arnáiz como un joven "currante, no problemático, buen compañero y buena persona" y resalta que "nunca tuvo un mal gesto o una mala contestación".
No tiene muy claro si Arnáiz lo que deseaba era jugar al fútbol o, por el contrario, no quería estudiar, pero lo cierto es que a base de "trabajo y suerte" se ha labrado un futuro que su exentrenador vaticina que será "bueno" en su camino hacia lo más alto en este deporte.
"Es cuestión de estar en el lugar adecuado, en el momento oportuno", señala Cuesta, que aún mantiene contacto con este joven talaverano del barrio de Patrocinio que iba a los entrenamientos en moto y al que su padre llevaba cuando ésta se le estropeaba.
Cuesta subraya que siempre le ha animado a seguir trabajando, a pesar de que ya tenía un contrato "relativamente bueno" con el Valladolid, y desvela que el pasado año ya había equipos de Primera división interesados en él.
Pero, finalmente, fue el Barça el que a finales del mercado de verano apostó fuerte por este futbolista de 22 años y pagó 3,4 millones de euros al club vallisoletano por su fichaje para jugar en el FC Barcelona B.
Tras un inicio fulgurante de temporada, la pasada semana Ernesto Valverde le hizo debutar con el primer equipo en el partido de Copa del Rey frente al Murcia, ante el que jugó los 90 minutos y anotó un gol, convirtiéndose así en la última sensación de 'La Masía'.
