El entrenador del Albacete, Lucas Alcaraz, se ha mostrado "optimista" después de que su equipo sumara el primer punto de la actual temporada, en la cuarta jornada de liga en Segunda división, frente al Real Oviedo (1-1), y pese a que jugó más de media hora con dos jugadores más que el cuadro carbayón.
Los futbolistas de Lucas Alcaraz han abandonado el último lugar de la clasificación después de puntuar, pero el resto de rivales de la zona baja tienen, en algunos casos, varios partidos menos disputados.
Un solo gol en cuatro jornadas, siete encajados y un punto de doce en juego son estadísticas muy pobres para un cuadro albaceteño que la semana que viene visita al Zaragoza en La Romareda en lo que será un duelo de urgencias.
El enésimo capítulo de impotencia del Albacete se vivió este sábado cuando disfrutó de un penalti que dejaba al Oviedo con nueve jugadores por la expulsión de Nieto y la de Arribas en la primera parte, y que Ortuño falló en lo que hubiera sido el 2-1.
Precisamente este hecho ha sido para el preparador granadino, que aseguró que "en 30 años me las he visto de todos los colores", el hecho que "marca el partido" porque de haberlo transformado, a su juicio, "hubiese cambiado el rumbo de todo".
A pesar de la situación, Alcaraz ha asegurado ser "optimista" porque entendió que su equipo había "generado más ocasiones" que en otros encuentros y que "el equipo todavía se está armando con jugadores que han llegado hace poco", además de verle "argumentos.
No obstante, ha reconocido que "el discurso de un entrenador sin resultados se queda vacío, pero quiero ver más allá y creo que en unas jornadas remontaremos esta situación y, a partir de ahí, marcaremos una trayectoria más consolidada que la llevada hasta ahora", ha concluido.
