Diamanka, jugador cedido por el Girona al Albacete, ha reconocido que “siempre ha habido interés del club albaceteño hacía mí y ahora estoy contento de estar aquí para ayudar al equipo cuanto antes”.
El jugador senegalés jugó, por vez primera, en el estadio Carlos Belmonte en el encuentro de vuelta de la final del play-off de ascenso a Segunda de 2014 con el Sestao, en un duelo en el que reconoce que le "gustó mucho el ambiente” y que, desde entonces, nota que la gente le quiere.
“Va a ser el primer año y espero hacerlo bien para devolverle la confianza tanto a la gente que ha apostado por que venga como a los aficionados”, ha indicado Dimanka en declaraciones al departamento de comunicación del club albaceteño.
El jugador africano, que tiene 30 años, aterriza en un equipo colista, que no ha marcado y que no ha sumado ni un punto y, por eso, pide a los suyos que “nos pongamos las pilas cuanto antes porque, si no, se complica cada vez más y es difícil salir de ahí abajo”.
Ha añadido que la categoría de plata del fútbol español es “complicada porque hay mucha igualdad y cualquier equipo te puede ganar”, pero ha confiado en que, “con los buenos futbolistas que hay, vayamos rodándonos para empezar a ganar partidos”.
Diamanka ha prometido “ilusión y trabajo” para jugar “todos los minutos posibles y así ayudar al equipo a conseguir su objetivo” que se centra “en lograr la permanencia cuanto antes para pensar en otras metas, si lo logramos”, ha aseverado.
El senegalés llega como cedido al Albacete hasta final de temporada, sin opción de compra, tras una operación en la que Girona, su club, y el cuadro albaceteño compartirán la ficha del jugador senegalés.
