La Federación de Baloncesto de Castilla La Mancha se viene abajo por momentos. Tras la guerra abierta hace un año con el colectivo arbitral y los clubes que crearon la Asociación de Baloncesto de Castilla-La Mancha, las inscripciones para la campaña 2015-2016 han pasado de 66 a 26, es decir 40 equipos menos. Por tanto, habrá una Primera Nacional con 14 equipos y 12 en Primera Autonómica.
Y mientras tanto, el resto de equipos se decantan por competiciones paralelas, dos autonómicas y cinco provinciales que no paran de crecer. El panorama para la Federación y para su presidente, Ramón Granados, pinta mal.