El Conquense se suma a la terna por los play-offs tras ganar al Sestao

Con los 3 puntos de este fin de semana, el Conquense se coloca 8º del Grupo II de Segunda B pero a tan sólo 2 puntos de la liguilla de ascenso. La próxima semana se enfrentan al filial del Atlético de Madrid, décimo quinto en la tabla

Se repitió la historia en La Fuensanta, es decir, ganó la Balompédica. En esta ocasión, de manera épica porque a la dificultad del terreno de juego, totalmente nevado, hubo que añadir la calidad del Rival, un Sestao River que demostró con creces su excelente racha de victorias, cinco en los últimos seis partidos. Pero el Conquense jugó, posiblemente, el mejor partido de la temporada y sólo las paradas del portero y algún que otro remate fuera, impidió la goleada blanquinegra en un partido en el que la nieve fue la protagonista.

Antes de nada hay que decir que el Sestao River demostró la fama de la que venía precedida. Su eclosión en esta parte de la liga no era por casualidad. Fue un equipo serio en defensa y con mucha peligrosidad en el ataque, creando peligro a veces con un solo pase largo. Pero se encontró con el mejor Conquense de la liga, justo en el momento necesario, a pesar del estado del terreno de juego, totalmente nevado, y de la calidad del rival. A los discípulos de Jordi Fabregat sólo les faltó acertar más de cara al gol para calificar el encuentro como extraordinario.

El primer tiempo fue de desgaste por parte de ambos conjuntos. Llamó la atención de que en el Sestao no saliera de inicio Jito, el máximo realizador del Grupo II, pero una gastroenteritis sufrida durante la semana, además del respeto al contrario, le dejó inicialmente en el banquillo. El Conquense dominó durante buenas fases, pero no llegaban los remates finales, aunque sí alguna que otra ocasión de gol, por parte de ambos. La nieve empezaba a cuajar y el césped se mostraba resbaladizo para ambos conjuntos.

A pesar de la igualdad, el Conquense apuntaba las mejores ocasiones de marcar. A los dos minutos, un centro de Jorge se paseó por el área y estuvo a punto de ser gol. Respondió el River con una falta que lanzó Ernaez y Manolo mandó a córner, además de una jugada individual de Gerardo que culminó con un lanzamiento alto.

Entramos en el último cuarto de hora del primer tiempo y entonces llegaron las mejores ocasiones de gol, todas para el Conquense. Primero fue Narváez el que se quedó solo ante David que rechazó su disparo. Era el minuto 33 y diez después, Jorge disparó dos veces a bocajarro, el primero lo rechazó David y, el segundo, un defensa bajo palos. Aún, en tiempo de la prolongación, un despiste defensivo visitante permitió a Lázaro disparar desde el suelo, pero el portero David, sorprendido inicialmente por el bote del balón, se estiró lo suficiente como para evitar el tanto del balompédico. Con el 0-0 llegamos al descanso.

Al Conquense sólo le faltó el gol

Si tras el primer tiempo, la conclusión era que el Conquense había tenido tres ocasiones claras de marcar, y no lo había hecho, en la segunda esta circunstancia se agravó. El conjunto de Fabregat realizó un partido soberano, sabiendo leer en todo momento a un rival que, aprovechando que el marcador no estaba cerrado, siempre dio sensación de peligro, pero lo cierto es que la Balompédica pudo marcar hasta tres goles más de los dos que consiguió, sólo pensando en las claras ocasiones de las que dispuso. Por supuesto, en llegadas tuvo más oportunidades, pero no hay que restar mérito a la actuación defensiva sestaotarra cortando pases que buscaban a un compañero en la boda de gol.

Lo cierto es que a los cuatro minutos de la reanudación, Jorge lanzó un fuerte disparo que rechazó con apuros David, el balón le llegó a Lázaro que lo tocó un instante antes que el defensa que lo derribó. El penalti lo lanzó Borja Hernández y puso el 1-0 sobre la nieve. Le sentó bien el gol al Conquense que siguió dominando ante un rival con problemas para hilvanar su juego, pero que no desperdiciaba jugar al contraataque. En el minuto 69, en una mala coordinación entre defensa y portero balompédicos, el balón le llegó a Ernaez que elevó el esférico y cuando iba camino del gol, Manzano lo sacó de cabeza a córner.

Estaba claro que al Conquense no le bastaba jugar y llegar bien, tenía que sentenciar porque el rival no cejaba en su empeño en crear peligro. Era un toma y daca entre ambos equipos, a pesar de que el River se quedaba con uno menos en el minuto 70 cuando Tato era expulsado injustamente al realizar una falta para cortar el contraataque de Lázaro. La falta, clara, mereció amarilla, nunca roja.

La Balompédica atacaba con peligro y el segundo tanto se veía venir. Primero fue Jorge el que centraba, con Vega solo en el segundo palo, pero un defensa mandaba a córner. Dos minutos después, en el 74, Manzano realizó un jugadón, yéndose de cuatro jugadores desde su posición de lateral, para centrar a Lázaro que, totalmente solo desde el punto de penalti, le dio pifia al balón con la portería vacía. El mismo jugador que provocó el penalti del gol de su equipo y la expulsión de Tato, fallaba lo más fácil.

Como el marcador no estaba cerrado, el Sestao River siguió luchando por el empate. Con Jito en el terreno de juego, su capacidad ofensiva aumentó y el propio delantero puso el corazón en un puño a la afición local cuando en el minuto 75 estuvo a punto de llegar a un centro sobre el corazón del área local. Pero el Conquense seguía atacando y dos minutos después Vega pudo sentenciar, pero su disparo en el segundo palo lo salvó, de nuevo, David.

En ese sufrimiento por no llegar el segundo tanto, llegó el 2-0. Estrategia pura. Una falta que sacó Curro Vacas, llegó al segundo palo donde Vega, ahora sí, marcó por bajo entre las piernas de David. Parecía todo sentenciado, ante un rival con un hombre menos y perdiendo 2-0, pero el River no se amilanó y el árbitro empezó a estropear el partido. En el minuto 91 Jito, en lanzamiento directo, mandó el balón a la escuadra superior derecha de Manolo, pero con cinco centímetros por fuera y el propio Jito marcaba de penalti, claro pero involuntario, en el 93. El encuentro duró hasta el minuto 96, dos más de los designados en un principio, tal vez por la jugada del penalti contra el Conquense.

El rumano Lixandru no estuvo afortunado

Una jugada que merece un par de líneas. Fue un disparo desde la frontal que le pegó en el brazo de Alfonso, con el brazo junto a su costado. El árbitro señaló la falta, poco que objetar, pero lo extraño es que se fue a por Manzano, lejos de la jugada, para mostrarle la tarjeta roja. Todos pensamos que era por haber dicho algo, pero en el acta habla de cortar el balón con la mano, evitando una clara ocasión de gol. Nada más lejos de la realidad, pero al parecer fue uno de sus asistentes quien le llevó a engaño. Una jugada que, con poco que haya una imagen televisiva que lo demuestre, supondrá que Manzano no sea sancionado de cara al próximo domingo en Majadahonda. Grave error del colegiado, no identificar al jugador que produce la acción, así como entendemos que fue exagerado la tarjeta roja a Tato. Sin embargo no enseñó tarjetas amarillas por el penalti a favor del Conquense, ni tampoco por otras acciones visitantes, con entrada por detrás en el centro del campo. Que se lo digan a Cristian.

En todo caso, un partido más en el que la Balompédica termina con un jugador menos. Precisamente, a esperas de si hay recurso por el tema de Manzano, Iván González es baja el domingo ante el Atlético de Madrid B por acumulación de tarjetas.

UD Conquense

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