Competición no resolverá esta semana sobre suspensión de Rayo-Albacete

Según confirmó la RFEF, el comité ha dado traslado al Rayo Vallecano del acta del delegado informador en el que se denuncian otros cánticos al margen de los reflejados en el acta arbitral y se va a solicitar a la coordinadora de seguridad del partido que remita su informe
El partido entre el Rayo y el Albacete se suspende por insultos a Zozulya
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El Comité de Competición de la Federación Española de Fútbol (RFEF) no resolverá esta semana sobre la suspensión del partido Rayo-Albacete de la vigésima jornada disputada en Segunda división, tras los insultos proferidos desde la grada hacia el jugador visitante Roman Zozulya.

Según confirmó la RFEF, el comité ha dado traslado al Rayo Vallecano del acta del delegado informador en el que se denuncian otros cánticos al margen de los reflejados en el acta arbitral y se va a solicitar a la coordinadora de seguridad del partido que remita su informe.

Con todo ello, Competición espera disponer de todos los elementos probatorios para resolver la semana que viene, después de haber recibido ya el acta del árbitro y las alegaciones ayer tanto del Rayo Vallecano como del Albacete.

El Comité decidirá si lo da por finalizado o si se reanuda, y de ser así, si se hace en campo neutral o a puerta cerrada.

Así lo determina el artículo 42 (3) de los Estatutos de la RFEF "Del régimen disciplinario" que la faculta para suspender, adelantar o retrasar partidos y determinar la fecha y el lugar de los que, "por causa reglamentaria, razones de fuerza mayor, o disposición de la autoridad competente, no puedan celebrarse el día establecido en el calendario oficial o en las instalaciones deportivas propias". 

El mismo artículo indica que corresponden a la RFEF o al órgano en quien delegue "decidir sobre dar un encuentro por concluido, interrumpido o no celebrado, cuando cualquiera circunstancia haya impedido su normal terminación, y, en caso de acordar su continuación o nueva celebración, si lo será o no en terreno neutral y, en cualquiera de los dos casos, a puerta cerrada o con posible acceso de público". 

Igualmente señala que debe resolver sobre la continuación o no de un encuentro suspendido por la comisión de hechos antideportivos pudiendo, en este caso declarar ganador al club inocente. 

También debe pronunciarse en todos los supuestos de repetición de encuentros o continuación de los mismos, sobre el abono de los gastos que ello determine, declarando a quién corresponde tal responsabilidad pecuniaria.

El árbitro del colegio cántabro José Antonio López Toca suspendió definitivamente el partido a las 00:25 horas, con empate a 0, antes del inicio del segundo tiempo, y después de detener el juego en dos ocasiones por incidentes de público -cánticos hacia el ucraniano Roman Zozulya y exhibición de una pancarta (10-15 metros de largo) con el lema "Evitar que un nazi vista la franja"-. 

Según su acta, apreció la pancarta en el minuto 38:53, situada en el fondo de acceso a vestuarios, donde se encontraban los aficionados del club local, desde la que se profirieron los cánticos: "El que no baile es un fascista", "el que no baile es Roman Zozulya", momento por el que decidió detener el encuentro y ordenar al delegado de campo, Miguel A. Ortiz Rodrigo, la retirada de la misma, así como transmitir por megafonía un mensaje para que cesaran los cánticos y comportamientos descritos.

El juego estuvo detenido 50 segundos aproximadamente y tras la emisión del mensaje se ocultó la pancarta, pero después, en el minuto 42:24, volvió a detener el partido ya que desde el mismo fondo se entonó el cántico "Roman Zozulya, un puto nazi".

Según su acta, López Toca comunicó al delegado de campo que si dichos cánticos no cesaban se vería obligado a suspender el partido y que transmitiera este mensaje por megafonía, situación que hizo que el juego estuviera detenido durante un minuto 15 segundos aproximadamente.

Al finalizar la primera mitad el árbitro indica que se reunió en los vestuarios con representantes de ambos clubes y con la coordinadora de seguridad del estadio, quien comunicó que "las fuerzas de seguridad no podían garantizar la seguridad de los participantes en el encuentro en la actual situación". 

El árbitro consultó la posibilidad de desalojar la zona en la que se habían producido los incidentes, pero se descartó por falta de efectivos suficientes; el equipo visitante comunicó que el estado de ánimo del afectado y el resto de jugadores no era el adecuado para continuar el juego y el organizador su disposición para buscar cualquier alternativa que hiciera posible la continuación del encuentro. 

"Tras agotar todas las posibilidades de continuar el encuentro y teniendo en consideración la información de la Coordinadora de Seguridad del Estadio sobre la conveniencia de la suspensión definitiva del partido, ya que no podía garantizar la seguridad en el mismo, ni la necesaria protección de los participantes, decido suspender definitivamente el encuentro, comunicándoselo de esta manera a todos los involucrados, quienes lo reciben de manera favorable", concluye el acta arbitral. 

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