El Ciudad Encantada se conforma con el empate ante el Ademar León

El equipo conquense fue el que impuso el ritmo que más le convenía, sobre todo en la segunda mitad, y llegó con todas las opciones para haber sumado un triunfo en León, cuando se colocó con dos goles de renta a 4 minutos del pitido final

El Reale Ademar repitió marcador y sensaciones contrapuestas en su segunda cita casera ante GlobalCaja Ciudad Encantada que pudo arrancar algo más que el empate final (25-25), en un partido muy similar a la anterior visita del BM Huesca, con lo que los leoneses siguen sin conocer la victoria en su pista.

En un final a cara o cruz, de nuevo Ademar dispuso de la última opción para desequilibrar el resultado pero le faltó la necesaria claridad con lo que desperdició doce segundos tras un tiempo muerto, teniendo que lanzar, ya con el cronómetro a cero, el ruso Alex Tatarintsev sin encontrar portería.

El equipo conquense fue el que impuso el ritmo que más le convenía, sobre todo en la segunda mitad, y llegó con todas las opciones para haber sumado un triunfo en León, cuando se colocó con dos goles de renta a 4 minutos del pitido final.

En ese momento clave, el equipo de "Zuppo" Equisoaín no supo jugar con el marcador y dio vida al Ademar, con varios errores y una exclusión que les permitió a los leoneses, primero igualar y después llegar a disponer de una acción para el triunfo.

El partido comenzó con ventajas locales, que rápidamente fueron enjugadas por un Cuenca que encontraba en Sorrentino y Lipovina a sus máximos artilleros, sin que la defensa ademarista encontrara la fórmula para detener a ambos.

Sin embargo, el acierto del croata Matej Asanin en portería empezó a permitir que apareciera el arma del contragolpe y la velocidad que exprimió el Ademar para comenzar a marcar diferencias con un parcial de 4-0, coincidiendo con el debut -en su tercera etapa en su tierra- del central Jorge García Vega.

En la segunda mitad, los visitantes incrementaron su rendimiento, tanto en defensa, como en ataque, frente a un Ademar que ni en superioridad numérica era capaz de encontrar resquicios en la defensa y portería rivales por lo que el partido dio un vuelco, hasta que se llegó al trepidante final en el que pudo pasar de todo.

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