Cuando la música en vivo intentaba levantar cabeza. sometida a las duras restricciones de aforo por la pandemia de COVID-19, el sector vuelve a vivir con incertidumbre la decisión del Gobierno de prohibir el ocio nocturno, incluidos muchos de los locales en los que suele encontrar cobijo esta actividad.
Entre numerosas dudas surgidas hasta la publicación de la medida, el ministro de Sanidad, Salvador Illa, ha confirmado este viernes tras su reunión con los representantes de las comunidades autónomas que dicho cierre afectará a los locales de copas y discotecas "con o sin actuaciones musicales".
En declaraciones a Efe, la Asociación Internacional del Ocio Nocturno ha recibido la noticia muy negativamente y ha recordado que, "sin ayudas, el 80 por ciento de su tejido empresarial se perderá".
Entre sus peores augurios; que la medida se vuelva efectiva este mismo fin de semana, "para el que ya hay programados tantos eventos, artistas contratados y entradas vendidas", una de las muchas "incertidumbres" que en su opinión rodean el anuncio.
Para salir de dudas, la mayoría del sector (a los que la medida ha pillado de improviso) aguarda cauto la publicación de la misma tanto en el Boletín Oficial del Estado como en los boletines de las Comunidades Autónomas, que son quienes tienen las competencias respecto a estas cuestiones.
Según la Asociación de Ocio Nocturno, podría suceder que alguna región aprobara una regulación más laxa o, por el contrario, más restrictiva, aunque dado que la decisión se ha tomado tras la reunión de los consejeros con el ministro Illa, se espera consenso al respecto.
Promotoras pequeñas y grandes como Live Nation, que en la actualidad celebraba en la sala La Riviera de Madrid el ciclo Crew Nation (precisamente para aliviar la situación de los músicos de acompañamiento), aguarda con impaciencia más noticias.
Se da la circunstancia de que este evento se hallaba en estos momentos en un pequeño descanso hasta la actuación de Obús el 28 de agosto, pero se desconoce de momento la duración del cierre que el Gobierno impondrán a los locales de ocio.
El informe inicial presentado por la Federación de la Música en España, Es_Música, estimaba unas pérdidas de 662,2 millones de euros para la industria del directo de marzo a septiembre, un impacto que sería mucho mayor sobre la economía española y que los responsables del estudio cifran en más de 7.600 millones de euros.
