El director de cine Rodrigo Sorogoyen ha asegurado que "el cine es un constante diálogo con otras personas, porque una película no es obra de uno solo, y siempre hay que saber lo que se quiere transmitir para hacérselo llegar al resto del equipo".
El director de 'Que Dios nos perdone' ha culminado los 'Encuentros de cine' del festival CiBRA, en el taller de dirección, en el que ha repasado su trayectoria y ha puesto de manifiesto la importancia de trabajar en equipo durante el rodaje del film, ha informado la organización del festival en nota de prensa.
Durante la misma, ha relatado cómo se ha enfrentado durante dos años a su último proyecto desde que el momento en el que el productor le dijo que quería producir la película hasta el montaje final, parándose en cada uno de los pasos que se han ido dando hasta el estreno del film, dejando claro que "cada maestrillo tiene su librillo".
Ha destacado el papel relevante de las "ganas" en este proceso, que, en su caso, "son las que me han permitido estar aquí", amén de otros factores como la suerte. "Todo hay que pensárselo un par de veces y saber que tienes algo que aportar", ha asegurado.
Sorogoyen ha reseñado que el punto de partida pasa por tener "muy clara la idea de la película; hay que encontrar un concepto que tengas siempre en la cabeza, convencerte de ello, convivir con la película y encontrar esas ideas básicas, porque así, en cada momento que haya decidir por optar por un camino u otro, esa idea te permitirá encontrar el correcto".
Ha destacado que a lo largo de su trayectoria se ha rodeado "de gente muy buena y con la que tengo el mismo idioma". Eso sí, ha reseñado, "el director es el capitán del barco, pero sin el equipo no es nadie. Es el que tiene que tomar decisiones, a través de las cuales va creciendo la película, pero tus decisiones las lleva a cabo otra persona", ha recordado, incidiendo en la necesidad de "concienciar a la gente de que detrás de cada proyecto hay mucha gente trabajando".
