La directora de escena Helena Pimenta, a quienes muchos consideran una mujer de teatro cuya presencia es "imprescindible" en el teatro actual, ha recibido este lunes el reconocimiento del Festival Internacional de Teatro Clásico de Almagro por su incansable trabajo en favor de este festival.
Con una dilatada trayectoria dedicada al mundo del teatro, Pimenta se ha convertido en una de las directoras de escena de mayor prestigio en España y en una de las mejores especialistas en el dramaturgo William Shakespeare, siendo la primera mujer al frente de la dirección de la Compañía Nacional de Teatro Clásico.
De su mano han salido numerosos montajes escénicos con los que la Compañía Nacional ha logrado el reconocimiento del público, algo que el festival ha querido poner en valor en el templo del teatro clásico en España, el Corral de Comedias, y al que se ha sumado toda la profesión.
Entre ellos ha tenido especial protagonismo el dramaturgo Álvaro Tato, quien ha sido el encargado de hacer la laudatio de Helena Pimenta.
Tato no ha reparado en elogiar la carrera profesional de Pimenta de la que ha destacado tres claves que enmarcan su teatro: la palabra, la vida y el sueño.
La palabra, ha dicho, "porque todo el teatro de Helena es labor de una filóloga, de una dramaturga, antes que una directora, y por tanto, a través de la palabra conecta lo terrenal con lo celestial, los muertos con los dioses, los profano con lo sagrado".
"Su teatro es de la vida, y lo demuestra en su obsesión por saber de que va la escena y ese juego entre la vida y la palabra, es lo que da lugar a la porosidad del teatro de Helena Pimenta", ha advertido el dramaturgo.
Tato también ha destacado de Pimenta su obsesión por soñar e imaginar, lo que ha hecho posible que su teatro haya llegado a recrear grandes espacios junto con José Tomé, en los que los personajes no sólo hablan, no sólo se comunican y se vinculan, sino que también sueñan".
Álvaro Tato ha repasado las distintas etapas profesionales de Helena Pimenta al frente del teatro Atelier, su etapa en UR Teatro-Antzerkia y su paso por la Compañía Nacional que, en este último caso, ha dicho, "se caracterizó por el éxito de sus propuestas, por la cooperación con otras compañías y un régimen de cooprodución, por la internacionalización, por la apertura de la sede y por el impulso de la cantera con la Jóven Compañía".
Helana Pimenta, en declaraciones a Efe, ha agradecido al Festival de Almagro el "regalazo" que le han hecho con este reconocimiento que no ha dudado en compartir con todos los equipos que han estado con ella todo este tiempo.
"El trabajo de teatro es un trabajo de grupo y no me puedo imaginar sin ellos en esto, y por eso quiero compartir con mis compañeros este reconocimiento que ha sido una gran sorpresa para mi".
Pimenta ha reconocido que Almagro significa para ella muchas cosas, porque en todo estos años se ha convertido en su segunda casa y sus gentes, ha dicho, "son el teatro para mi".
Ignacio García ha comentado que este homenaje quería ser "un acto de amistad, de amor, de gratitud, respeto y homenaje a Helena Pimenta "por todo lo que es, por todo lo que hace, por todo lo que nos ha dado y nos dará".
García, ha advertido que son mucho compañeros de profesión los que han querido sumarse a este "pequeño homenaje a una mujer que ha liderado catorce montajes en el Festival de Almagro y que ha demostrado su compromiso esta cita teatral vinculando la Compañía Nacional con Almagro".
La actuación artística del pianista Miguel Huertas, acompañado a la voz por Augusto Pimenta, ha puesto la música a un homenaje en el que también se han podido escuchar las voces de personalidades como la investigadora teatral Cristina Santolaria, la actriz Marta Poveda, ex directora del Inaem Montserrat Iglesias o Monty, uno de los trabajadores de la Compañía Nacional de Teatro Clásico.
El acto ha contado con la presencia del Subdirector General de Teatro del Instituto Nacional de las Artes Escénicas y de la Música (INAEM), Javier de Dios, quien ha resaltado la profesionalidad y el talento que Pimenta ha demostrado al frente de la Compañía Nacional de Teatro Clásico.
Un trabajo, ha dicho De Dios, que llevó a la compañía "a cotas de excelencia", por lo que le ha agradecido su trabajo de servicio público y el haberlo hecho "por encima de cualquier otra consideración para lograr hacerla brillar para el público".
