El joven músico Pole: "Tuve miedo de ser un artista de una sola canción"

"Tuve miedo de que una sola canción fuese un bombazo y solo gustase esa, como le ha pasado a muchos artistas", reconoce en una charla con Efe, ahora que su cuenta de sencillos va creciendo hasta consolidarlo como una promesa cierta fichada por Sony Music
El joven músico Pole: "Tuve miedo de ser un artista de una sola canción"
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De pequeños trabajos como el de jardinero a recabar un millón de oyentes en Spotify ha pasado el joven músico manchego Pole. en estos meses de presunto parón discográfico en los que, con pocos más medios que un estudio en su cuarto, le ha revolucionado el motor hasta a un "Batmóvil".

"Tuve miedo de que una sola canción fuese un bombazo y solo gustase esa, como le ha pasado a muchos artistas", reconoce en una charla con Efe, ahora que su cuenta de sencillos va creciendo hasta consolidarlo como una promesa cierta fichada por Sony Music.

En una escuela de música de Toledo aprendió algo de guitarra y solfeo de niño, hasta que conoció el rap (en concreto la música de Nach y Violadores del Verso) y dejó de atraerle todo lo demás. Así empezó a escribir, con solo 12 años, en una de sus muchas "evoluciones", como las llama él.

"Empecé con crítica social (de ahí el origen de su nombre, que viene de "Polémico"), pero cuando empecé a salir con amigos y a conocer otras cosas, empecé a hablar de la calle. Al tratar de amor hizo que me salieran canciones más entonadas hasta llegar a este punto en el que intento escribir de todo", cuenta.

Hoy por hoy prefiere no definirse. "Y no sabría hacerlo, pero me gusta que sea así", afirma ante una mezcla de música urbana (muy presente aún en el cuerpo e intención de su fraseo) y pop, en línea con otros artistas de su gusto, que no referentes, como C. Tangana, Dellafuente ("Le admiro mucho", puntualiza) o Recycled J.

"Supe que era mi camino muy pronto. Estaba muy enfocado en ello. Otros amigos lo dejaban, pero yo era constante, porque no tengo otra cosa que me atraiga como esto", subraya.

Pole. trabajó en mantenimiento de jardines, descargando camiones y en un restaurante de comida rápida para hacer hucha y costearse la grabación de maquetas y videoclips.

"En cuanto vi algo de resultado, supe que tenía que invertir más dinero y tiempo y ahora llevo ya 5 meses viviendo solo de la música", cuenta orgulloso.

El gran espaldarazo lo dio con la romántica "Quédate conmigo", tema con Pilar Moxó que se publicó en diciembre y actualmente cuenta con más de 17 millones de reproducciones.

"Ha tenido tanta repercusión no solo por el ritmo, sino porque transmite algo que todos sentimos: la necesidad de algo o alguien con lo que te quieres quedar toda la vida", razona.

Si en febrero eran unos 150.000 sus oyentes mensuales en Spotify, este toledano cuenta solo seis meses después con más de 1 millón.

"Que los grandes hayan parado por la pandemia y hayan dejado hueco a los nuevos y que todo el mundo estuviese con el móvil en las manos ha ayudado", añade ante un fenómeno gestado en internet.

Sin apenas promoción, lo suyo fundamentalmente fue cosa del boca a boca, de la apuesta de esta plataforma de audio por su música y de que celebridades como Sergio Ramos la subieran a su perfil en TikTok. Por cierto, a este le escribió un mensaje de agradecimiento, pero sin respuesta.

De rondón, "'Quédate conmigo' hizo subir mucho el número de oyentes pero además arrastró al resto de canciones", comenta feliz, tras desterrar su miedo a convertirse en un "one hit wonder" (es decir, un artista de un solo éxito), con más cortes como "Roma", "El último verano" o, más recientemente, "Camerino".

Otro de los temas que se han convertido en muy importante de su producción es "Batmóvil", fruto de su colaboración primero con Hens y posteriormente, en su remix, junto a Funzo y Baby Loud para darle al corte toda su contagiosa dinámica actual.

"Ahora que parece que le gusta el rollo / Voy a sacarte a bailar delante de ellos / Hasta?que?llamen de multis?y sellos / Y decir: 'No sé yo'", canta en los primeros versos de ese corte, en lo que parece una declaración de intenciones.

"Ahora mismo estoy con Sony y recibimos varias llamadas de las grandes, pero en ese momento aún no había contactado nadie. La realidad era que queríamos que llamaran, aunque no pensábamos decir que sí a la primera sin pensar ni leer nada", reconoce con sonrisa traviesa.

Arropado y en una curva de ascenso, sus sueños más inmediatos pasan por que "todo esto de la COVID-19 acabe y no haya tanto rebrote, que podamos hacer una gira bien hecha sin tantas medidas".

"A largo plazo, colaboraciones internacionales, por ejemplo con Sech y por soñar con Bad Bunny o Daddy Yankee", añade.

En cuanto a su primer disco, aún es una incógnita. "No es un objetivo como lo era antes. Si lo hiciese, requeriría calma, porque para mí no sería poner 10 canciones juntas, tendría un concepto más grande", justifica, antes de calmar a sus seguidores porque, para escucharle en los próximos meses, "material hay de sobra".

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