Del torso de Afrodita a una neocrópolis: arqueología en los museos de CLM

El Portal de Cultura de Castilla-La Mancha se ha detenido en varias piezas arqueológicas que se encuentran en museos de la región y que, además, están disponibles a la investigación externa realizada por otras instituciones como pueden ser la universidad o los centros de investigación
Estelas discoidales procedentes de la iglesia de Santiago, Ciudad Real. Museo de Ciudad Real Piedra arenisca, s. XIV
photo_camera Estelas discoidales procedentes de la iglesia de Santiago, Ciudad Real. Museo de Ciudad Real Piedra arenisca, s. XIV

Los museos de Castilla-La Mancha atesoran un patrimonio arqueológico que en ocasiones es menos conocido, como las tinajas de la calle Alberderos de Albacete, las estelas funerarias de Ciudad Real, el torso de Afrodita que conserva el Museo de Cuenca, una taza al-mulk en Guadalajara o la necrópolis de Huecas que está en el Museo de Santa Cruz.

El Portal de Cultura de Castilla-La Mancha, consultado por Efe este lunes, se ha detenido en varias piezas arqueológicas que se encuentran en museos de la región y que, además, están disponibles a la investigación externa realizada por otras instituciones como pueden ser la universidad o los centros de investigación.

En 2018, durante unas obras de conducción de aguas en la calle Albarderos de Albacete, se halló una bodega subterránea de la que se había perdido el recuerdo, de unos doce metros de largo y con espacio en su interior para hornacinas excavadas en las paredes de tierra que contenían tinajas de vino.

Una de las tinajas había sido fabricada en los alfares de Colmenar de Oreja (Madrid) y ocho en los de Villarrobledo (Albacete) en el siglo XIX.

La decoración de alguna de estas tinajas tienen de interés que prueban la industria que existía a principios del siglo XVII, como se recoge en el Arancel y Reformas de Precios de las mercadurías, salarios y jornales fecho en virtud de las Reales Pragmáticas de 1627.

El Museo de Ciudad Real posee un conjunto de estelas funerarias discoidales, de las cuales una decena aparecieron durante la restauración llevada a cabo en la década de los años ochenta del siglo XX en la Iglesia de Santiago.

Su misión era marcar o delimitar tumbas y presentan motivos decorativos en sus dos caras, aunque una de ellas es singular: presenta en una cara una estrella de seis puntas y en la otra una mano, identificadas tradicionalmente como la estrella de David y la mano de Fátima, por lo que se piensa que puede ser una estela judía reutilizada en una tumba musulmana aunque no se descarta un origen cristiano pues ambos símbolos son aceptados en ese contexto funerario.

En la provincia de Cuenca, en las diferentes campañas de excavación del yacimiento arqueológico de la Villa Romana de Noheda se han descubierto diversas esculturas en mármol representando a la diosa Afrodita (Venus para los romanos).

Las estatuillas de esta diosa permanecían en propiedad de las mujeres tras el matrimonio y su culto se extendió sobre las provincias orientales del imperio apareciendo como una forma helenizada de las diosas Isis, Hathor o Astarté.

En el Museo de Guadalajara hay un recipiente en el que se ha escrito, usando la técnica de cuerda seca parcial, el lema más usado durante el Califato de Córdoba: al-mulk (el poder).

La pieza en concreta procede de un solar ubicado en la calle Ingeniero Mariño excavado por la construcción del túnel de Aguas Vivas.

Por su parte, el Museo de Santa Cruz de Toledo conserva las piezas halladas en la necrópolis del Valle de las Higueras, en la localidad de Huecas.

Hasta ocho estructuras funerarias a modo de cuevas fueron abiertas en la caliza superior del cerro durante buena parte del III milenio a.C.

Los muertos eran colocados en posición flexionada e impregnados de cinabrio y junto a ellos se depositaron elementos de ajuar como cerámicas, hachas o puntas de flecha, alfileres de hueso, amas de cobre o collares. 

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