La banda musical Miss Caffeína: "Si somos un altavoz LGTBi, encantados"

"Me di cuenta de que aún tenía una sensación de rabia, pero que yo no estaba en ese momento, sino en uno de reconciliación", se sincera Jiménez, quien pasó muchos años fuera de su ciudad natal, Talavera de la Reina (Toledo), incapaz de regresar por la vinculación emocional que establecía con el acoso sufrido.

La banda musical Miss Caffeína: "Si somos un altavoz LGTBi, encantados"
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La banda Miss Caffeína abraza la música de baile en su disco más desinhibidamente pop y, de rondón, traza un ejercicio de defensa LGTBi gracias a canciones y videoclips en los que se abunda en aspectos como el "bullying" a partir de la experiencia de algunos de sus integrantes.

"Si somos un altavoz, encantados. La intención no era hacer una reivindicación en ese sentido, pero hablamos de lo que sabemos", explica a Efe su vocalista, Alberto Jiménez, quien considera que canciones sobre la aceptación de la homosexualidad como "Merlí" son "ahora más necesarias que nunca, cuando ya pensábamos que habíamos conseguido muchas cosas".

En "Oh Long Johnson" (Warner Music) habitan más canciones vinculadas directamente con sus vivencias en torno a esta cuestión, como "Calambre" o "Reina", otra de las importantes de este álbum que se publica mañana y que constituye el cuarto de estudio de su carrera.

"Me di cuenta de que aún tenía una sensación de rabia, pero que yo no estaba en ese momento, sino en uno de reconciliación", se sincera Jiménez, quien pasó muchos años fuera de su ciudad natal, Talavera de la Reina (Toledo), incapaz de regresar por la vinculación emocional que establecía con el acoso sufrido.

Con el paso del tiempo esas sensaciones dejaron paso a otras "más positivas", como el hecho de ser el lugar donde aún reside su familia, y quiso reflejar en una canción una disyuntiva crucial: "Vivir amargado toda tu vida o abrazar tu pasado y saber que está ahí".

"Dice un amigo mío que eso nos ha hecho reinas a todos. Aprendes a manejar conflictos personales de una manera más inteligente, pero poner a un niño o adolescente en la tesitura de desarrollar herramientas para manejar estas situaciones es muy jodido. Durante muchos años sentí que me habían quitado la época que debe ser la más feliz de tu vida", reconoce.

Jiménez, que conforma Miss Caffeína junto a Sergio Sastre, Antonio Poza y Álvaro Navarro, resta importancia al hecho de haberse significado en los últimos años como uno de los rostros populares que contribuyen a la aceptación de la homosexualidad.

"Hay tan pocos, que quizás por eso el mío es visible. Igual hay otros con más repercusión que deberían hacerlo. No era una obligación, pero cuando empezamos a tener más trascendencia, me apetecía utilizar el altavoz que se nos ponía a disposición, porque seguro que a alguien le sirve", justifica.

La de "Merlí" no es la única referencia explícita en el disco a un fenómeno de la cultura popular, empezando por el título mismo, que coincide con la canción que lo abre y que alude a un vídeo viral de un gatito que parecía decir: "Oh Long Johnson".

"Pensamos que era muy buen nombre para englobar el espíritu del disco que, sin ser conceptual, habla en muchos momentos de vivir delante de una pantalla, de estar todos hiperconectados, pero no realmente por lo importante", señala el grupo, que denuncia la corriente imperante de vender "una pose" de "felicidad y belleza".

De ahí esa frase que han capturado para uno de sus estribillos con mayor proyección: "Estúpido tú, ¿cómo vas a ser único?".

"En el álbum hay un poso de pullitas. No se trata de rendir cuentas, pero sí de llamar la atención de una manera muy irónica y divertida" dicen sobre un disco hecho "para bailar, aunque algunas de las cosas que se dicen nacen de la pena, porque animan hacia lo positivo".

Curioso giro para una banda que tomó su nombre de otra como Buenas Noches Rose y que en sus dos primeros trabajos se relacionaba más con una el pop-rock alternativo, mientras en "Oh Long Johnson" retoma la línea del previo "Detroit" (2016) y la eleva a la enésima potencia con una producción que lleva a primer plano tanto la voz de Jiménez como las bases electrónicas.

"Supone un salto que necesitábamos, esperado, y que lleva nuestras canciones a un lugar donde se sienten mejor. No tenemos ningún prejuicio y no nos gustan las etiquetas. Solo nos dejamos llevar por lo que nos emociona, sea pop o rock, aunque este disco ciertamente es lo más pop que hemos hecho hasta ahora y seguramente marcará un antes y un después", suscribe Navarro.

Uno de los ejemplos más claros es "Prende", "una de las más potentes en cuanto a producción", con recursos estilísticos como el "autotune" aplicado al estribillo, algo aparentemente reservado a otros estilos y que hasta ahora se habían cuidado de emplear.

"Hubo un tiempo en que la música estaba muy encorsetada en el 'indie' y, si salías de eso, no estaba bien visto ni por músicos ni por la crítica. Nosotros al principio queríamos encajar e hicimos la música que nos apetecía, pero guiados por la inercia. Desde hace unos años, sin embargo, la gente está más interesada en la diversidad y de ahí vienen éxitos como los de C. Tangana o Rosalía, respetados en el pop y en el mundo alternativo", aplauden.

Recién llegados de su primera visita a México, donde han recibido una calurosa acogida, el grupo ultima su nueva gira, para la que ya han cerrado 30 fechas hasta octubre, muchas de ellas en festivales como San San Festival de Benicassim (Castellón), Warm Up Festival de Murcia o Sonorama Ribera de Aranda de Duero (Burgos).

Sus actuaciones arrancarán concretamente el 28 de marzo en Bilbao (sala Sonora) y les llevará a numerosas salas del país, como Custom de Sevilla (13 de abril), La Riviera de Madrid (9 de mayo) o Razzmatazz de Barcelona (16 de mayo).

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