El pintor manchego Antonio López, el ídolo de los pintores chinos

El pintor manchego Antonio López, el ídolo de los pintores chinos
photo_camera El pintor manchego Antonio López, el ídolo de los pintores chinos

"Me gustas más cuando inventas que cuando pintas como si hicieras una fotografía", le dice Antonio López a una de sus alumnas del taller que está impartiendo en Madrid y que concluye este sábado, formado por 30 artistas figurativos de China que miran al pintor manchego como a un dios.

Aunque Antonio López, siempre humilde, dice que no es solo por él, sino que estos pintores "vienen a España buscando las técnicas del arte occidental, que no han parado de cambiar, mientras que en su país se han movido en un espacio corto de estilos".

"Pero vienen buscando saber, la sabiduría, como la buscamos todos. La pintura es igual en la China que en La Mancha, solo sabes quién la ha hecho cuando miras el rostro del autor, pero todos somos pintores que viajamos, como yo que también me moví y busqué becas para aprender", explica el artista ante un grupo de periodistas después de un descanso con sus alumnos, a los que va atendiendo y mirando sus trabajos, uno por uno.

López está impartiendo este curso, que ha organizado The International Arts and Culture Group (TIAC) y coordinado por el también pintor Nacho Vergara por segunda vez, junto con uno de sus más destacados discípulos, Jorge Abbad, de quien se dice que es su heredero artístico.

Pero si el año pasado vinieron 15 pintores chinos de todas las edades, esta edición la pasión por el realismo español y por la técnica de Antonio López ha traído a 30 creadores seleccionados de entre 300. El pasado año se hizo en un taller en el madrileño barrio de Usera y en esta edición se ha llevado a cabo en El Instante Fundación de Madrid.

Todos estos artistas llevan una semana pintando al natural con los bodegones que les ha preparado Antonio López.

Una mesas con pimientos, coliflor, tomates, cajas de huevos, lombardas, nabos envueltos en celofán o una mujer desnuda que posa en el suelo han sido y son algunos de los elementos que el maestro les hace pintar en lienzos sobre sus caballetes.

"Me admira que vengan de tan lejos, se han cruzado medio mundo y me sorprende su humildad y su profunda disciplina", explica el autor del cuadro de la mítica Gran Vía madrileña, al que le ayuda una traductora de chino para poder entenderse con sus alumnos, con los que está todo el día.

"La dificultad del idioma existe y el mundo de lo pequeño es difícil de explicar, así es que procuramos hablar de lo fundamental", precisa el pintor, quien dice que evita decir a sus alumnos cosas que les puedan hacer daño. "Lo bueno, si lo hay lo multiplico y lo malo procuro no acrecentarlo", reconoce.

Por su parte, Jorge Abbad (Madrid, 1987), explica a Efe que este año el taller "ha sido muy bueno, con gente también muy joven", y que "China y España se vinculan de un modo extraordinario mediante unas influencias del arte contemporáneo que la obra de Antonio López sintetiza como nadie".

Para Abbad, que durante años ha sido ayudante de López en su taller y con una brillante carrera propia, asegura que estos pintores representan la ruptura con el arte tradicional chino, con una obra que mira más hacia Europa y se acerca más a la luz y a la claridad.

Además, en esta misma sede, el pasado día 2 se inauguró la exposición "Caminos de seda y oro", una muestra que reúne a un total de 54 artistas figurativos de España y China y que se construye en torno a la figura de Antonio López como referente internacional del realismo contemporáneo.

También del 10 al 14 de abril, The International Arts and Culture Group ha organizado como segunda parte del programa, y en colaboración con El Estudio Casa del Pavo, un curso con el artista Golucho, en las que el pintor español les mostrará sus claves y hablará sobre la profundidad expresiva del realismo contemporáneo.

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